La organización de conservación marina Oceana ha denunciado que la nueva distribución de las cuotas pesqueras para el Atlántico porque "evidencia" que el modelo de gestión que impulsa el Gobierno antepone los intereses de unos pocos frente a los de la mayoría y que no atiende a criterios ecosistémicos, dado que se ignora el impacto de estas actividades.

Así, rechaza la nueva distribución de las cuotas pesqueras para el Atlántico y denuncia que el Gobierno apuesta por el arrastre de fondo que es "la opción más dañina para el medio marino y menos generadora de empleo". A su juicio, el reparto para los próximos tres años deja "en clara desventaja" al sector artesanal en los casos del rape y el jurel, y critica que los gestores gubernamentales apuesten por una modalidad de pesca poco selectiva y destructiva en detrimento de otras más sostenibles, como la artesanal.

Concretamente, se reparten las cuotas de especies como la bacaladilla, cigala, gallo, rape y jurel en aguas atlánticas de la Península Ibérica, afectando a las flotas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Golfo de Cádiz.

En todos los casos y para las cinco especies, las nuevas propuestas distribuyen las posibilidades de pesca con una clara preferencia por el sector del arrastre, al que asignan cuotas superiores al 50 por ciento (para la bacaladilla, gallo y cigala superiores al 80 por ciento), mientras que en el otro extremo se sitúa en clara desventaja al sector de la pesca artesanal, sin posibilidades reales de pesca.

Finalmente, lamenta que con estos repartos se compromete seriamente la viabilidad del sector de la flota artesanal a las que resultan de "especial interés" el rape o el jurel y defiende esta pesquería porque realiza una actividad "más respetuosa con el medio ambiente", que genera "mayores" oportunidades de empleo y favorece la viabilidad de las comunidades costeras.