La conexión de 'Gravity' con 'El planeta de los simios'

La película de Alfonso Cuarón sigue estando en boca de todos los cinéfilos y espectadores ocasionales gracias a su portentoso espectáculo visual y capacidad de transmitir al patio de butacas la sensación de ingravidez del espacio exterior. Grandes efectos especiales, Sandra Bullock y Geoge Clooney dando lo mejor de sí mismos, una angustiosa historia de lucha por la supervivencia en las condiciones más hostiles posibles y un trabajo de cámara apoteósico han convertido a Gravity en uno de los filmes más valorados del año, algo que ni siquiera anecdóticas pegas de versosimilitud astronómica pueden empañar. Además, hay otro detalle de la película que, aunque no es suficiente para arrastrarla al género de ciencia-ficción (en realidad, todo lo que se cuenta en Gravity tiene base real y contemporánea), sí establece un vínculo pintoresco con uno de los grandes clásicos del género. Para conocerlo, tal y como advertimos arriba, es necesario entrar en SPOILERS del final de la película.

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Si todavía sigues leyendo, recordarás que la aparatosa llegada de la cápsula Soyuz que la doctora Ryan Stone lleva hasta la Tierra tiene lugar en medio de un gran lago. Pues bien, no se trata de Lake Zurich (algo que nunca le habríamos perdonado a Cuarón), sino que el personaje interpretado por Sandra Bullock cae en otro lugar con mucha más historia ci-fi en sus aguas: el lago Powell. El mismo al que llegan Charlton Heston y sus compañeros en El planeta de los simios. La diferencia es que Franklin J. Schaffner rodó en la orilla de Utah, mientras que el cineasta mexicano y su equipo lo hicieron en en el lado de Arizona. Pero no, si después del plano colosal (en todos los sentidos) de Bullock levantándose de la arena pensabas que iba a salir una Estatua de la Libertad medio enterrada por ahí, no estabas muy desencaminado.

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