La sentencia, dictada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo, considera acreditado el incumplimiento de la obligación impuesta en la concesión de la subvención de destinar la vivienda a domicilio habitual y permanente, dado que, entre otros motivos, la compró en el año 2011 y hasta 2006 no contrató el suministro de agua.

El TSJC desestima así el recurso contra la resolución de mayo de 2009 de la Consejería interpuesto por el propietario, que alegaba que se trataba de su domicilio habitual, que en él tenía domiciliados toda su documentación y correspondencia, y que el hecho de que los recibos de agua, gas y luz sean bajos se debe a que vive solo y únicamente para pernoctar por razones laborales.

Añadía que incluso hay días que pasa la noche en otras localidades con las dietas correspondientes y que las visitas a su domicilio para comprobar su residencia se habrían girado en horario de trabajo.

Alternativamente, el recurrente considera que el procedimiento ha caducado, argumentos que rechaza la sala.

Así, la sentencia señala que "no se pone en tela de juicio" que el recurrente viva solo y que por razones laborales pueda pasar algunas semanas, de lunes a viernes, fuera de casa, utilizando la vivienda solo para pernoctar, pero en los fines de semana y vacaciones "necesariamente" debe ocupar la misma.

Sin embargo, considera que los cinco años que tardó en contratar el agua demuestran que la vivienda "no fue usada"; extremo que confirma, según el TSJC, la lectura de los bajos consumos en esos años.

Y lo mismo sucede en el caso del resto de suministros, de acuerdo con los recibos correspondientes.