El ataque se inició anoche y los bombardeos continuaron esta madrugada en el pueblo de Azizi, en el distrito de Panjwayi de la provincia de Kandahar (sur de Afganistán).

La ofensiva estadounidense tenía como objetivo capturar a los presuntos terroristas de la zona, según un comunicado de la coalición militar. Informes no confirmados señalan que unos 30 civiles podrían haber muerto en los bombardeos, según residentes en la zona.

Sin embargo, el mando militar señaló que los fallecidos eran "miembros activos de la red talibán y han llevado a cabo ataques contra la coalición y fuerzas afganas, además de civiles".

La ofensiva militar estadounidense encontró una fuerte resistencia armada por parte de los talibanes.

Las tropas norteamericanas confirmaron la muerte de 20 talibanes, aunque según cifras no confirmadas habrían muerto más de 50 rebeldes y otros 60 habrían resultado heridos.

Cinco talibanes han sido detenidos y están siendo sometidos a interrogatorio, indica el comunicado.

La creciente violencia en las provincias sureñas de Afganistán como Kandahar, Helmand, Zabul y Uruzgán ha causado la muerte de unas 200 personas en los últimos cinco días, entre ellos soldados extranjeros, agentes afganos, civiles y talibanes.

La semana pasada, una nueva ola de furia se cobró al menos un centenar de muertos en enfrentamientos entre grupos talibanes y la Policía afgana.

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