Los trabajadores de Vidriera Rovira SL, empresa especializada en la fabricación de envases de vidrio de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), han convocado sendas huelgas para los próximos días 19 y 25 de noviembre en protesta por el despido de 27 compañeros pertenecientes a una línea de producción de botellas para cerveza.

Según han informado a Europa Press fuentes sindicales, los empleados han acordado este martes en una asamblea fijar un calendario de movilizaciones en el que, de momento, únicamente están cerradas las fechas del 19 de noviembre, para cuando tienen prevista una huelga de 16 horas, y el 25, que será de 24 horas. Asimismo, el día 26 celebrarán una segunda asamblea para decidir si convocan una huelga "indefinida".

Por el momento, este miércoles los trabajadores han concertado una reunión con la delegada de Empleo de la Junta de Andalucía, Aurora Cosano, a la que entregarán un dossier en el que le detallarán la situación de la fábrica.

Del mismo modo, el comité ya ha tenido una cita este martes con el alcalde de la ciudad alcalareña, Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), quien ha instado a la empresa a que "negocie con sus trabajadores lo más rápido posible". Gutiérrez Limones ha señalado que esta empresa "siempre se ha distinguido por velar por unas magníficas relaciones entre dirección y trabajadores, y debe seguir así". "Hay otras soluciones que podrían pactarse antes que despedir a estos trabajadores y es lo que voy a plantearle a la dirección de Rovira", añade.

Temor a más despidos

Y es que, según fuentes sindicales, trabajadores y empresa llevan dos años negociando un convenio, pero este lunes la empresa "ha comunicado que ha hecho efectivo el despido de 27 trabajadores, pertenecientes a una línea de producción, de vidrio topacio para cerveza".

Ante esto, los trabajadores decidieron este lunes bloquear la entrada de fabrica, ubicada en la zona conocida como Venta La Liebre, a la entrada de Alcalá de Guadaira, en una concentración donde "ha habido algún conato de enfrentamiento con la Policía, pero sin llegar a más".

En este sentido, las fuentes mantienen que estos trabajadores han sido objeto de "despidos objetivos, con 20 días por año trabajado" y han precisado que las causas del cierre de dicha línea se deben a los efectos de la crisis y a que "argumentan que no tienen pedidos". Del mismo modo, han lamentado que "algunos de esos compañeros ni siquiera se habían enterado del despido, y lo supieron al recibir el ingreso del finiquito en el banco".

Tras asegurar que estos trabajadores han intentado pactar el despido "sin éxito", han expresado su temor de que "haya más despidos y esto no se quede aquí" entre los 275 trabajadores de dicha fábrica, ya que "peligra la supervivencia del horno al que pertenecían la máquina que dejan parada, un horno del que dependen tres líneas de producción, una de ellas la que finaliza su actividad".