El presidente de Corporació Alimentaria Guissona-Bonárea, Jaume Alsina, ha presentado un plan de futuro para duplicar su estructura productiva de Catalunya en Aragón y poder distribuir sus productos a media España.

En declaraciones a la prensa en el VI Foro de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y BBVA sobre competitividad empresarial, Alsina ha explicado que se trata de un proyecto a largo plazo, que puede que no se realice hasta dentro de una década, pero que la compañía ya tiene preparado para seguir creciendo.

Actualmente distribuye sus productos alimentarios en Catalunya y provincias colindantes y en Madrid, y con el plan de futuro llegaría al norte del país, ha avanzado, a la vez que ha descartado la internacionalización por la característica de su negocio, en el que la carne tarda 24 horas desde que el animal sale de la granja hacia el matadero hasta que llega a las tiendas.

Mientras no se aplica el despliegue en Aragón, las instalaciones catalanas todavía están creciendo y cuentan con terrenos para hacerlo aún más, ya que el grupo va sumando nuevas áreas de negocio, como la elaboración de pan, que está funcionando con éxito, ha reconocido.

Además, precisamente este martes Caixa Guissona abre su primera sucursal en Barcelona, en un local de la Diagonal, que se suma a las de Guissona, Reus y Lleida.

"Con la crisis no crecemos pero mantenemos volúmenes, resultados e inversiones, seguimos diversificando y aumentado la plantilla entre el 2 y el 3% anual y automatizando procesos para ganar productividad", ha explicado respecto a la situación actual.

Ha apuntado que a ello contribuyen la autofinanciación y la implicación de la plantilla, aunque ha reconocido que este 2011 puede caer ligeramente el beneficio pese a que se mantendrá la facturación porque la presión de precios del cereal no ha repercutido en el precio final para el consumidor y se han reducido los márgenes.

Peticiones a la administración

Alsina ha aprovechado su intervención para pedir a los políticos que solucionen el actual "sobrepeso fiscal, burocrático y laboral" que sufren las empresas y que en su opinión dificulta la salida de la crisis y el crecimiento.

El presidente de la multinacional constructora y de ingeniería Comsa Emte, Jorge Miarnau, ha hecho referencia a la gestión pública en el inicio de la crisis y ha considerado que "el Plan E fue tirar el dinero porque no creó ninguna infraestructura útil".

La presidenta de Merck España, Laura González-Molero, ha repartido responsabilidades y ha expuesto que "los gobernantes tienen mucha culpa, pero también debe haber corresponsabilidad personal".

"Estábamos aborregados porque durante años nos hemos acostumbrado a vivir de subvenciones y ayudas. Hace falta menos subvención y más reglas del juego limpias para que todos aprendamos a competir", ha argumentado.

El economista jefe de España y Europa de BBVA, Rafael Doménech ha situado la intensificación de las reformas en España como clave que puede devolver a la economía del país a crecimientos del 3% o estancarla en una "digestión del paro lenta y dolorosa".

El presidente del grupo Hotelero Hotusa, Amancio López, ha hablado de "situación de emergencia nacional con el paro y la situación de tantas empresas" en España y ha instado tanto a las compañías como a los jóvenes a salir al extranjero.

"Que vayan fuera, sobre todo a Latinoamérica, donde crecen a ritmos de hasta el 5%, porque los que sepan hacer algo, tendrán éxito. En estas épocas es cuando nacen las grandes corporaciones", ha asegurado.