El taxista que acudió el día 10 de noviembre a declarar ante los agentes del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía para desvelar que la madrugada del 25 de enero de 2009 trasladó al hermano del autor confeso del crimen de la joven Marta del Castillo desde la calle Luis Montoto, zona donde el acusado regentaba un bar, hasta León XIII, donde se ubica el piso donde tuvieron lugar los hechos, ha asegurado que, cuando llegó a León XIII, vio aparcado un coche en doble fila, aunque no ha podido precisar más detalles sobre marca, modelo o color del mismo.

En este sentido, fuentes de la investigación han informado a Europa Press de que, en su declaración, este taxista señaló que recogió al hermano de Miguel Carcaño a las 00,30 horas del día 25 de enero de 2009 en el cruce de Luis Montoto con la calle Juan Antonio Cavestany, donde se ubica el bar regentado por el acusado junto a otras personas, y lo trasladó hasta León XIII, y que el acusado llevaba ropa negra y no habló durante todo el trayecto hasta León XIII, donde al llegar vio aparcado un coche en doble fila.

En este punto, hay que recordar que una de las tesis que se maneja en este caso es que los acusados utilizaran un vehículo para deshacerse del cuerpo, de ahí la importancia del testimonio aportado por este testigo, quien ha señalado, además, que al finalizar el trayecto, el taxímetro marcaba ocho euros, aunque el acusado le habría pagado con un billete de diez euros y le habría dicho que se quedara "con la vuelta". Tras ello, y como era el último servicio del día, llamó a su mujer para decirle que volvía a casa y ésta le dijo que comprara unos kebacs, motivo por el que también recuerda con tal exactitud la hora y el día del servicio.

Al hilo de ello, las mismas fuentes consultadas por Europa Press han precisado que el testigo declaró ante los agentes del Grume que, posteriormente, concretamente el lunes día 26 de enero, se repartieron entre los taxistas carteles con la fotografía de Marta del Castillo y la noticia sobre su desaparición, y fue en ese momento cuando este testigo reaccionó "y dijo que hacía dos días había llevado a un cliente precisamente a la zona" de León XIII, donde se ubica el piso del autor confeso del crimen.

En ese momento desconocía la identidad de la persona a la que había trasladado, pero posteriormente, y tras ver la imagen de Francisco Javier Delgado en distintos medios de comunicación, lo reconoció como la persona que se había montado en su taxi la madrugada del crimen, pues observó además que presentaba "una verruga o un grano" en el rostro. A ello se ha añadido que, durante la vista oral, ha podido escuchar la voz del procesado, "y la ha identificado también como la persona que se subió en su taxi esa noche". Asimismo, la Policía le ha mostrado distintas fotografías de Francisco Javier y el testigo lo ha identificado sin género de dudas.

La fiscalía piensa pedir su declaración

En un principio, y según declaró este testigo a los agentes del Grume el pasado jueves, "no pensó que su testimonio fuera relevante para el caso, porque pensaba que la Policía tendría su línea de investigación". En estos momentos, la Policía está tratando de corroborar la credibilidad del testimonio de esta taxista, tras todo lo cual remitirá el resultado de la investigación a la Fiscalía de Sevilla, que, tras tener conocimiento de la declaración, decidió abrir diligencias de investigación preprocesales, y que, en función de la investigación policial, tiene pensado pedir que el taxista declare la próxima semana en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial.

No obstante, antes de eso el tribunal encargado de enjuiciar la desaparición y el presunto asesinato de la joven sevillana deberá admitir la prueba, aunque fuentes de la Fiscalía han asegurado a los periodistas que "existen resquicios" en la Ley de Enjuiciamiento Criminal "para que la prueba se admita". Así, esta prueba corroboraría la tesis defendida tanto por el Ministerio Público como por la acusación particular que ejerce la familia de la víctima en cuanto a la participación de Francisco Javier Delgado en las tareas para hacer desaparecer el cuerpo.

El hermano de Carcaño ha asegurado siempre que hasta las 3,00 horas del día 25 de enero de 2009 estuvo trabajando en su bar.