El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, ha avanzado que defenderá la "prioridad" del Gobierno de que las regiones que dejan de ser convergentes porque ha aumentado su renta como Andalucía, Castilla-La-Mancha y Galicia que mantengan "al menos en dos tercios" los fondos estructurales que han venido recibiendo en los últimos años y desde luego "que no pasen abruptamente de recibir fondos en cantidades importantes a no recibir nada", para lo que España ya ha recabado el apoyo de 13 países comunitarios. "Ese es un objetivo fundamental de España", ha insistido.

Bruselas ha propuesto que Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia conserven hasta dos tercios de las ayudas actuales y se incluirían en la nueva categoría de "regiones en transición", que incluye a las que tienen un PIB per cápita de entre el 75% y el 90%. Murcia quedaría catalogada como "región en transición" (su PIB está en el 85% de la media), aunque recibiría menos subvenciones que las otras tres comunidades autónomas. Por su parte, Extremadura mantendrá las subvenciones del actual periodo 2007-2013 por encontrarse todavía por debajo del umbral del 75%.

También ha criticado la condicionalidad macroeconómica "exagerada" propuesta por la Comisión Europea para que los Estados miembros reciban fondos de cohesión a partir de 2014 con el arranque de las nuevas perspectivas financieras porque entiende que "dificultan mucho la obtención de esos fondos" así como su "absorción".

"Vamos a criticar hoy algunas de las propuestas de la Comisión condicionando exageradamente la recepción de los fondos de cohesión. Hay algunos condicionamientos que hay que conseguir antes incluso de obtener la ayuda, durante y después, por razones que se llaman macroeconómicas, que nos parece que dificultan mucho la obtención de esos fondos innecesariamente", ha explicado en declaraciones a la prensa a su llegada al Consejo de Asuntos Generales que este martes discutirán las perspectivas financieras europeas para el próximo periodo 2014-2020.

López Garrido ha insistido en que el modelo que defiende Bruselas hace "rígido" el régimen de ayudas y "dificultan la absorción de esos fondos". "Vamos a hacer mucho hincapié en la necesidad de absorber esos fondos, de hacerlo fácil", ha recalcado.

La Comisión Europea propuso en octubre congelar las ayudas regionales a los países expedientados por déficit excesivo que no apliquen las recomendaciones de la UE para corregir la situación a partir de 2014 con el objetivo de prevenir futuras crisis de deuda. La medida afectaría especialmente a España, el segundo país que más se beneficia de los fondos estructurales, por detrás de Polonia y la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya expresó el año pasado su oposición a esta idea, que empezó a circular tras el primer rescate de Grecia.

Además de las sanciones, Bruselas propone reservar un 5% del presupuesto de cohesión para premiar a las regiones que usen mejor los fondos y concentrar las ayudas en un número reducido de prioridades para que contribuyan de forma más eficaz a la innovación y la competitividad. La Comisión ha propuesto un presupuesto para cohesión para el periodo 2014-2020 de 376.000 millones de euros, es decir más de un tercio del presupuesto europeo.