En una rueda de prensa, la sindicalista ha detallado que se trata "del primer gran convenio estatal" alcanzado tras la aprobación de las reformas laboral y de la negociación colectiva, por lo que su objetivo era erigirse como "una contrarreforma".

Así, han logrado "que la reforma afectase lo menos posible" a los trabajadores de la industria química. Así, han "mantenido procedimientos propios en cuanto a la modificación sustancial de condiciones y la inaplicación del régimen salarial".

El convenio ha conseguido asimismo que "los trabajadores del sector no perdieran poder adquisitivo". Así, "al final del año hay revisión" siempre que "el IPC real acumulado mes a mes supere el incremento inicial pactado". Cabe puntualizar que el incremento pacto para el año 2011 ha sido del 1,5 por ciento y de, al menos, la misma cantidad para 2012.

De esta forma, "las tablas se actualizan con ese porcentaje" —superior al incremento pactado—. Además, la medida es retroactiva "desde el mes en que el IPC haya superado el 1,5 por ciento, que es el porcentaje de referencia".

Por último, el convenio ha conseguido "mantener el estatus de negociación colectiva del convenio general de Industria Química, un convenio sectorial de ámbito nacional que acoge a 26 subsectores distintos".

Por tanto, "de cara a reforma de la negociación colectiva, que primaba más la negociación en el seno de la empresa, hemos mantenido la estructura nacional y sectorial del convenio", ha afirmado García. Por ello, "este convenio ha conseguido la adaptación del convenio general a la empresa, mediante los pactos de aplicación, que son pactos de desarrollo del propio convenio en función de las especificaciones que tengan las empresas".

Por último, la sindicalista ha recordado que se trata de la décimo sexta edición de este convenio. Este acuerdo ha estado marcado por la ausencia de UGT. Sólo en 1987 se produjo un hecho similar, cuando CC.OO. decidió no secundar la firma del acuerdo.

"Sin embargo, y dado que es el primer convenio sectorial de ámbito estatal firmado tras las reformas laborales y de la negociación colectiva, se trata de un avance, ya que se ha mantenido la estructura", ha reivindicado García.

"Hemos creído que teníamos que firmar el convenio, aunque fuera en solitario, porque, con los tiempos que corren, los trabajadores de la química están por lo menos cubiertos dos años más con un incremento salarial y sin pérdida del poder adquisitivo".