Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) tienen previsto imponer nuevas sanciones a Siria por la represión que ejerce el régimen de Bachar al Assad y estudiar otras contra Irán, ante las sospechas de que su programa nuclear tiene carácter militar y no civil.

Los Veintisiete quieren favorecer la transición política y el fin de la represión en Siria con las nuevas medidas de presión, que incluyen la suspensión de créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a proyectos vinculados al Gobierno sirio. La Unión Europea (UE) ha acordado  aplicar sanciones contra otras 18 personas próximas al Gobierno sirio, con el objetivo de frenar la represión en ese país, informaron fuentes comunitarias.

Los embajadores de los veintisiete países de la UE aprobaron la decisión, que aún deberá recibir el respaldo oficial de los ministros europeos de Exteriores.

Esta decisión se produce después de que la Liga Árabe suspendiera el pasado sábado la participación de Siria en el organismo y pidiera sanciones económicas y políticas contra su régimen, en una jornada en la que se registraron 21 muertes en distintos puntos del país por la represión de las fuerzas leales a Al Assad.

Los titulares de Exteriores analizarán, por otro lado, el último informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que podría probar por primera vez que las actividades nucleares de Irán van dirigidas a la fabricación de armas en lugar de tener carácter civil como aseguran las autoridades de este país.

Estudiarán asimismo la imposición de nuevas sanciones en la línea de la petición del Consejo Europeo de octubre si se mantiene la falta de cooperación de Irán con la comunidad internacional, aunque no se espera una decisión al respecto antes de que se pronuncie sobre esta cuestión el Consejo de Seguridad de la ONU.

La situación en Túnez, Libia y el Cuerno de África ocuparán también parte de este Consejo de Ministros.

Está previsto que en esta reunión recuerden la celebración en Túnez de elecciones a la Asamblea Constituyente del pasado 23 de octubre y muestren su apoyo a los preparativos de una Constitución.

También que respalden la convocatoria de elecciones en Libia para 2012, si bien reiterarán su preocupación por los informes sobre violaciones de los derechos humanos por parte de los rebeldes.

Los ministros pedirán la liberación de las dos cooperantes españolas y de los otros rehenes secuestrados en Kenia el mes pasado, fijarán acciones para promover la paz, la estabilidad, seguridad y prosperidad en el Cuerno de África y mostrarán su compromiso para aliviar la crisis humana.

Asimismo, debatirán la prolongación de la operación europea contra la piratería en el océano Índico, Atalanta, cuya misión concluye en principio a finales de 2012.

Otro asunto que acordarán será la posición conjunta de la UE de cara a la conferencia internacional sobre Afganistán que tendrá lugar en Bonn el 5 de diciembre, en la que se discutirá el apoyo a medio y largo plazo de la comunidad internacional al desarrollo del país y los compromisos asumidos por las autoridades afganas.

Durante la comida, los ministros abordarán la política de Defensa comunitaria de cara a la reunión que mantendrán los ministros del ramo el próximo 30 de noviembre, en la que debatirán la propuesta del llamado grupo de Weimar (Francia, Alemania y Polonia, a los que se han sumado España e Italia) de desarrollar una política común de seguridad con capacidad militar permanente.

Por la tarde, estudiarán la propuesta de la Comisión Europea de hacer un nuevo reparto de las ayudas al desarrollo en el que quedarían excluidos países de renta media, con la idea de que la cooperación sea más eficaz, así como la postura común con la que la UE acudirá al foro de alto nivel para mejorar la efectividad de la ayuda internacional que se celebrará en Busan (Corea del Sur).