Un jurado compuesto por 6 mujeres y 5 hombres juzgará de nuevo a José David Fuertes.

La Audiencia Provincial de Madrid comenzó este lunes la vista oral contra José David Fuertes con la constitución del Tribunal del Jurado y está previsto que el procesado, para quien el fiscal solicita 13 años de cárcel por un delito de homicidio, declare el martes, así como dos testigos más.

Por su parte, la acusación ejercida por el Movimiento contra la Intolerancia pedirá 20 años de prisión, al igual que la acusación particular en representación de la familia de la víctima por asesinato con la agravante de haber cometido el delito por motivos racistas y con abuso de superioridad.

El Tribunal Supremo (TS) confirmó el pasado 1 de febrero la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) que anuló la de la Audiencia Provincial de Madrid absolviendo a Fuertes del asesinato, en 2002, del joven angoleño de 16 años Ndombele Augusto Domingos y ordenó repetir el juicio.

En febrero de 2005, el TSJM ya había anulado la sentencia al estimar que dicho fallo "carece de la precisa motivación incumpliendo las exigencias constitucionales y legales sobre motivación".

Además, el presidente de la sección quinta de la Audiencia Provincial, Arturo Beltrán, denunció un posible falso testimonio de dos testigos que declararon en la vista, ya que el padre de uno de ellos llamó por teléfono al juez y le dijo que ambos habían mentido.

Asesinato en Polvoranca

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, los hechos ocurrieron sobre las 05.15 horas del 20 de julio de 2002 cuando se inició una discusión en las inmediaciones del pub "Inn" del polígono Costa Polvoranca de Alcorcón (Madrid) entre Pablo G.S., acompañado de María del Mar C., y Jesús María V., junto al que se encontraba Ndombele.

El acusado, vestido con un traje negro y cubriendo sus manos esposadas con una toalla, llegó sobre las 9.30 horas de este lunes a la Audiencia madrileña en un furgón de la Guardia Civil y al entrar en el edificio proclamó a gritos su inocencia, asegurando que la situación que está viviendo "es una injusticia".

Declaraciones falsas

Ibarra consideró que este caso ha sido "insólito", refiriéndose a las declaraciones falsas de dos de los testigos en el primer juicio, en el que -dijo- "no se valoraron pruebas de cargo", como el testimonio del amigo de la víctima que presenció la agresión.

Por este motivo, añadió Ibarra, la acusación popular se está planteando solicitar la comparecencia en calidad de testigo del magistrado Arturo Beltrán que denunció a los testigos falsos.

Los padres de la víctima, Filomeno Wzama y Paulina Kikawanakio, fueron los últimos en llegar a la Audiencia y, visiblemente afectados, declararon que aún creen en la Justicia y, en concreto, el padre aseguró que "no cree que el nuevo tribunal se vuelva a equivocar porque el caso está muy claro".

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