La Delegación Provincial Medio Ambiente de la Junta en Cádiz ha indicado que los resultados de los análisis realizados a las muestras del vertido detectado el pasado día 4 en el arroyo de la Alegría —que desemboca en el arroyo de Los Gallegos, en San Roque— determinan que se trata de aceites origen vegetal, con lo que Abengoa Bioenergía podría ser el foco.

Según ha indicado la Junta en un comunicado, a consecuencia de estas analíticas, la Delegación de Medio Ambiente ha abierto diligencias previas para tratar de seguir investigando este nuevo vertido. Asimismo, detalla que se ha puesto en contacto con Abengoa pidiendo explicaciones sobre lo ocurrido. La documentación que remitan formará parte del expediente informativo que podría derivar en un expediente sancionador.

Explica la Junta que, el pasado viernes, la Unidad de Vigilancia Ambiental que la Consejería de Medio Ambiente posee en el Campo de Gibraltar detectó un nuevo vertido al arroyo de la Alegría coincidiendo con las intensas lluvias en la zona. Medio Ambiente detectó entonces la existencia de manchas de coloración marrón y aspecto oleoso en el punto de vertido donde vierten sus aguas pluviales —y por tanto deben ser aguas limpias— dos industrias de la zona: Abengoa Bioenergía y Lubrisur (de la Refinería Gibraltar-Cepsa).

Agentes de Medio Ambiente se desplazaron a la zona y tomaron seis muestras de vertido en diferentes puntos del arroyo, remitiéndolas al Laboratorio de Palmones, dependiente de la Consejería.

De los resultados se desprende que el origen de los aceites es vegetal. Cepsa Refinaría solo trata aceites y grasas de origen mineral. La planta de Abengoa utiliza aceites vegetales —soja, colza y palma— para producir biodiésel. Por lo tanto, "todo parece indicar que los vertidos podrían proceder de esta segunda industria". Por ello, se han abierto diligencias previas para seguir investigando.

La delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López, ha reiterado la necesidad de "seguir vigilantes ante cualquier tipo de vertido" y ha agradecido la labor realizada tanto por la Unidad de Vigilancia Ambiental (UVAM), como por los agentes de Medio Ambiente y el laboratorio de Palmones por "su entera dedicación a la vigilancia ambiental en el Campo de Gibraltar".