Europa está al borde de una nueva recesión ante el estancamiento de la economía en la UE y la eurozona y la falta de confianza de los mercados por la crisis de la deuda si no da un viraje para remediarlo, advirtió este jueves la Comisión Europea (CE).

"Las previsiones son desafortunadamente oscuras. Es, de hecho, el último toque de atención. La recuperación económica se ha detenido y hay un riesgo de una nueva recesión salvo si se toman medidas de manera determinantemente", afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, en la presentación del informe de las previsiones económicas de otoño del Ejecutivo comunitario.

Marco Buti, director general de Asuntos Económicos y Monetarios, considera que no se puede descartar "una recesión profunda y prolongada acompañada de continuas turbulencias en los mercados", aunque recalca que, a partir de las cifras que presenta la CE para los próximos ejercicios, no prevén una recesión.

La CE prevé que la zona del euro cierre este ejercicio con un crecimiento del PIB del 1,5% y la UE con uno del 1,6%, pero para 2012 augura un magro avance del 0,5% y del 0,6%, respectivamente.

Los 17 países del euro y los Veintisiete registrarán en 2013 mayores crecimientos; del 1,3% y del 1,5%, respectivamente. Pero si se analiza la evolución trimestral, se aprecia que Europa está al borde de una nueva recesión. Habrá un estancamiento del PIB de la UE en el último trimestre de 2011 y en los próximos hasta la segunda mitad de 2012.

Así, la actividad económica de la eurozona se contraerá un 0,1% en el último trimestre y no avanzará en absoluto en el próximo, mientras que en el conjunto de la UE el crecimiento es nulo este trimestre y de sólo el 0,1% en el siguiente.

Los datos también revelan que dos de los tres países rescatados, Grecia y Portugal, más Italia, la última gran preocupación de la UE y de los mercados, caerán en recesión a partir de este trimestre, al cumplirse la definición técnica de que haya dos trimestres consecutivos de caídas del PIB. Grecia estará en recesión hasta el cuarto trimestre de 2012 y Portugal hasta el tercero. Italia se contraerá este trimestre un 0,2% y un 0,1% en el primero del próximo año.

Pero no son los únicos países en esta situación: también Chipre y Luxemburgo se sumergirán en una recesión. España está en la zona de peligro, porque la Comisión prevé que el crecimiento se contraiga un 0,1% en el último trimestre del año y se mantenga estancada en el tercero, lo que abre la puerta a una posible entrada en recesión.

La "locomotora" de la UE, Alemania, se verá también afectada por la crisis, pues experimentará una desaceleración del 2,9% en 2011 al 0,8% el año próximo, mientras que Francia, que está en una situación similar a la de España en cuanto a la evolución trimestral, sufrirá un retroceso del 1,6% al 0,6%.

"La clave para la recuperación del crecimiento y la creación del empleo es restaurar la confianza en la sostenibilidad financiera y en el sistema financiero y la aceleración de reformas para impulsar el potencial de crecimiento de Europa", afirmó Rehn, quien pidió una "implementación inquebrantable" del plan global anticrisis aprobado por la eurozona y la UE el 26 y el 27 de octubre.

Las noticias tampoco son buenas para el empleo. La creación de empleo se va a estancar en 2012 y la prevista recuperación del crecimiento en el segundo semestre de 2012 es "demasiado moderada" como para poder lograr un impacto apreciable en el paro.

La tasa del desempleo se mantendrá en los próximos dos ejercicios en el 10 % en la eurozona y en el 9, % y 9,6% en la UE. Mejores noticias hay sobre la salud de las finanzas públicas, ya que el déficit de la UE ascenderá al 4,7 % y el de la eurozona al 4,1 % del PIB en 2011. En 2012, bajará al 3,9% en la UE y al 3,4% en la zona del euro.

La deuda pública subirá en los Veintisiete al 84,9% el próximo año, y se estabilizará en 2013. En la eurozona pasará del 88% al 90,4% el próximo ejercicio y al 90,9% el siguiente. La inflación pasará del 2,6% este año al 1,7% el próximo en la eurozona y del 3% al 2% en la UE, ante la previsión de que los precios energéticos descenderán.