La Audiencia de Barcelona ha condenado a 16 años y seis meses de prisión, y a indemnizar a los familiares con 202.500 euros, a un joven por un delito de asesinato con alevosía, por apuñalar a otro con la excusa de tener fobia a su perro cuando paseaban por Sitges (Barcelona), algo que la sentencia ha desmentido.

El 7 de julio de 2009, Miguel Ángel G., entonces de 19 años, estaba a las puertas de un estanco con su grupo de amigos, cuando la víctima pasó por delante también con su pandilla y acompañado de dos perros atados sin bozal.

Se abalanzó sobre ella y la apuñaló en el corazón sin que se pudiera defenderse, lo que le produjo la muerte de forma casi inmediata, con la justificación de que fue en defensa propia, de que le tenía fobia a uno de los perros, de que iba borracho y tenía miedo del grupo de amigos de la víctima.