El Gobierno francés anuncia este lunes su segundo plan de ahorro en cuatro meses, obligado por el empeoramiento de las previsiones económicas, lo que le obligará a efectuar recortes para mantener sus compromisos de déficit presupuestario.

El primer ministro francés, François Fillon, será el encargado de comunicar el nuevo paquete de medidas, que llegará después del anunciado a mediados de agosto pasado, con el que el Ejecutivo espera ahorrar 11.000 millones de euros.

El nuevo plan fue consensuado anoche por Fillon y por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, según fuentes gubernamentales, que precisaron que las nuevas medidas entrarán en vigor entre 2012 y 2016.

Entre las medidas que puede anunciar el jefe del Gobierno figuran el adelanto de la entrada en vigor de la reforma de las pensiones, que retrasa dos años la edad de jubilación.

En el proyecto inicialmente aprobado por el Gobierno se esperaba que la reforma entrara en vigor de forma progresiva para estar plenamente adoptada en 2018.

Pero Fillon puede anunciar este mediodía una aceleración del ritmo de entrada en vigor del retraso de la jubilación, para que esté en vigor de forma plena uno o dos años antes. Con esa medida, el Ejecutivo espera ahorrar unos 8.000 millones de euros en los próximos años.

El primer ministro también puede anunciar otros recortes sociales, como las ayudas a la vivienda para los más desfavorecidas o subsidios familiares.

El Ejecutivo también estudia ahorrar costes en la Seguridad Social.

En paralelo, Fillon anunciará un incremento del IVA en la hostelería, la restauración y la renovación de la vivienda, para recaudar 1.000 millones de euros suplementarios.

Un aumento del impuesto de sociedades para las grandes empresas o del impuesto de la renta para determinados sectores que ahora gozan de exenciones, son otras de las medidas que pueden ser anunciadas.

Con estas medidas, el Gobierno francés pretende actualizar sus cuentas para que la ralentización económica que auguran no afecte a sus objetivos de reducción del déficit.

El Ejecutivo había previsto para este año un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,75 %, una cifra que recientemente ha rebajado al 1 %.

Fillon anunció en los últimos días que el presupuesto para 2012 será "uno de los más austeros que ha conocido Francia desde 1945".

La oposición ha criticado que el anuncio de los recortes corresponda al primer ministro, mientras que el presidente aparece siempre cuando se trata de anunciar noticias positivas.

Aunque todavía no se ha declarado como candidato, todo apunta a que Sarkozy optará a la reelección en las Presidenciales de la próxima primavera.