La Audiencia de Valladolid juzga este martes a tres personas de origen colombiano, dos de ellas marido y mujer, a las que se acusa de retener en octubre de 2006 a una vecina de Íscar y sus cuatro hijos, menores de edad, en un intento por cobrarse una deuda de 20.000 euros que tenía pendiente un amigo de su esposo.

En su escrito de calificación provisional, la acusación pública imputa un delito de allanamiento de morada en concurso medial con otro de detención ilegal y solicita para el matrimonio compuesto por Dumar A.P.O. y Angélica M.M.V. y el también acusado José Julián S.A. penas de seis años de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de las víctimas y a comunicar con ellas por cualquier medio, así como otros siete meses de cárcel para el segundo y tercer procesados por un delito de amenazas, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El juicio tenía que haberse celebrado el día 13 de octubre de 2009, aunque hubo de suspenderse entonces debido a la incomparecencia de José Julián S.A, y eso a pesar de que éste se había puesto en contacto telefónico con su abogado para indicarle su propósito de sentarse en el banquillo.

Ante ello, el Ministerio Fiscal, con el beneplácito de las defensas, solicitó la suspensión de la vista, petición que fue atendida por la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial, cuyo presidente dictó además un auto interesando la búsqueda y detención del prófugo de la Justicia.

Los hechos objeto de la presente causa se registraron sobre las 19.00 horas del día 17 de octubre de 2006, fecha en la que los tres acusados y un menor de 17 años, también de origen colombiano, se personaron en un domicilio situado en el número 33 de la calle Real de Íscar y al abrir su moradora, Ana María G.B, se introdujeron rápidamente en su interior sin dar tiempo a reaccionar a esta última.

La entrada a la fuerza en el inmueble estuvo acompañada de preguntas del tipo "¿dónde está el negro ese que no debe dinero, que lo tiene que conocer tu marido?", y al contestar la interpelada que no lo sabía uno de los tres procesados, José Julián S.A, le advirtió de que permanecerían en la casa hasta la llegada del marido con el fin de que éste les condujera hasta el deudor, un hombre de origen africano, pues en caso contrario lo pagarían sus cuatro hijos, a lo que Angélica M.M.V. añadió que iban a caer todos.

Durante casi una hora

Así, durante casi una hora los cuatro intrusos—el entonces menor de 17 años, por tal motivo, no figura incluido en esta causa—mantuvieron retenidos a la inquilina, sus hijos, con edades comprendidas entre los cuatro años y los tres meses, y la cuidadora de éstos, espacio de tiempo en el que no cesaron de preguntar sobre la hora de regreso del esposo de la primera.

Pasado ese tiempo, los tres procesados abandonaron el inmueble pero dejaron en su interior al menor de 17 años para que impidiera la salida de las mujeres y les avisara en el mismo momento en que regresara el marido de la inquilina, Oumar C, natural de Mali.

Sin embargo, Ana María G.B. aprovechó un descuido del menor y logró avisar de lo ocurrido a su esposo a través de un teléfono móvil, con lo que poco después se personaron en la vivienda dos agentes de la Guardia Civil, procedieron a la detención de los captores, a excepción de José Julián S.A, que se había ausentado del lugar y no fue interceptado hasta dos meses más tarde, y liberaron a las personas retenidas.