El Ayuntamiento de Barcelona prohibirá a los autocares turísticos acceder y aparcar en el entorno de la basílica de la Sagrada Familia a partir de la Semana Santa del año que viene para mitigar la presión turística que los vecinos sufren a diario, ha anunciado este jueves en rueda de prensa el concejal del Eixample, Gerard Ardanuy.

Se suprimirán las paradas ubicadas ante las fachadas de la Passió y el Naixement, en las calles Sardenya y Marina, donde las aceras ganarán un 50% de ancho, pasando de los cinco metros que caracterizan las aceras del Eixample a 7,25, lo que junto a otros cambios en la zona supondrá 700.000 euros de inversión.

Como contrapartida, la zona del Eixample que no está inmediatamente alrededor de la basílica ganará plazas de aparcamiento para autocares turísticos, de forma que se pasará de las 44 actuales a 52 plazas, y se crearán tres itinerarios para que los turistas accedan a pie, unos cambios que estarán en marcha para la próxima temporada alta turística.