La Audiencia de Cantabria ha condenado a nueve meses de prisión a Walter R.M., el empleado de una discoteca de la calle Guevara de Santander que agredió a un cliente, al que empujó fuera del local, al no hacer este caso a sus indicaciones.

Los hechos sucedieron en mayo de 2011, de madrugada, cuando el condenado se dirigió a la víctima, que estaba bailando en la pista de la discoteca con una botella en la mano.

El procesado le indicó que no lo hiciera, pero este no lo entendió y continuó bailando. Entonces, poco después, volvió nuevamente a por él y le cogió, con ambos brazos, por la espalda y cuello, llevándole al exterior de la discoteca.

Allí, le empujó, estampándole contra la puerta dos veces, de forma que le causó distintas lesiones en cabeza y espalda. El trabajador de la discoteca trató de achacar esas heridas a un resbalón del agredido, que nadie presenció.

Por estos hechos, la Sección Tercera condena a Walter R.M. a nueve meses de prisión y a indemnizar a la víctima con 513,19 euros.