El Cementerio de Torrero de la capital aragonesa pone a disposición de los zaragozanos desde este martes, día 1 de noviembre, un nuevo servicio: un Jardín de Cenizas. El espacio se divide en siete zonas, dos de ellas —que podrán utilizarse desde este martes— de carácter libre y gratuito para esparcir las cenizas y las otras cinco partes con una zona habilitada para depositar los restos junto a una pequeña placa.

El consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Equipamientos y Vivienda del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, acompañado por el concejal de Cementerios, Laureano Garín, ha presentado este lunes el nuevo Jardín de Cenizas, ubicado en la parte antigua del recinto funerario y que se pone en marcha coincidiendo con la festividad de Todos los Santos.

En declaraciones a los medios de comunicación, Pérez Anadón ha subrayado que con este espacio se ofrece "una nueva posibilidad de enterramiento" que responde a la demanda de los ciudadanos, ya que "en muy poco tiempo" más del 50 por ciento de los enterramientos han pasado a ser incineraciones.

Así, se ofrece a los ciudadanos la posibilidad de que quienes lo deseen puedan esparcir las cenizas de sus familiares "sin salir del cementerio" y de manera gratuita en la primera y séptima zona de este Jardín, que se ponen en servicio este martes.

En este caso, no será necesario realizar ningún trámite administrativo, aunque se posibilitará a los familiares inscribir el nombre de su ser querido en un libro que se creará al efecto. Esta parte de jardín libre tendrá un mantenimiento municipal "que consistirá en un par de riegos al día" para cuidar el espacio.

En el resto de las zonas, los familiares podrán depositar los restos del fallecido en un pequeño espacio que podrán alquilar durante una concesión de cinco años, prorrogable, donde se situará una pequeña placa con el nombre de la persona fallecida y se depositará una planta, espacio que la empresa concesionaria se encargará de mantener durante el periodo de la concesión.

La concesión municipal tendrá un coste de 22 euros para el plazo de cinco años, a los que se sumarán las tarifas que la empresa establezca por el cuidado de la planta. El alquiler se podrá renovar, si bien "nosotros recomendaremos siempre que, a ser posible, se utilicen urnas biodegradables, por lo que en esos cinco años lo que habrá sucedido es que se habrán mezclado los restos con la tierra". Estas cinco zonas entrarán en funcionamiento cuando se cierre el coste de la placa, "pero hablamos de unos días", ha apuntado el consejero municipal.

En su opinión, este es "un enterramiento menos duro desde el punto de vista visual y del espacio", ha subrayado Pérez Anadón, al resaltar que desde el punto de vista paisajístico supone "un cambio copernicano" a la imagen "que teníamos en esta zona vieja del cementerio de Torrero".

Césped y color

El Jardín de Cenizas se ubica en una superficie de 4.420 metros cuadrados y la transformación de esta zona del cementerio antiguo ha permitido crear siete zonas de jardines en las que predominan las formas semicirculares, que alternan áreas de césped con andadores y espacios de gravilla —donde se ubicarán las cenizas— de distintos colores —rojo, amarillo, verde y blanco—.

El nuevo sector queda delimitado por un muro de piedra de Calatorao que permite identificar cada una de las partes del jardín, rotuladas con un número y el nombre de la piedra del color que lo caracteriza.

Así, la zona 1 se denomina Macael y es de color blanco; la zona 2 se ha llamado Serpentina (verde); la zona 3, Quipar (rojo); la zona 4, Lizardita (verde); la zona 5, Índalo (amarillo); la zona 6, Antigorita (verde); y la zona 7 se ha denominado Mármol Blanco y su color es el blanco. Las zonas 1 y 7, en los extremos del Jardín, son los espacios de uso público.

Salida a lista de espera

Por otra parte, Carlos Pérez Anadón ha explicado que este Jardín de Cenizas "dará una parte de salida" a las personas que están esperando disponer un columbario, con una lista de espera de 1.720 peticiones. No obstante, ha precisado que para el Ayuntamiento es "prioritario" construir nuevos columbarios y "el único gasto ordinario que queremos efectuar en el cementerio en estos momentos es este".

En este mismo sentido, ha observado que la parte del Jardín donde se puede ubicar una placa tiene capacidad para 500 urnas, "ampliable a 1.500" ya que en caso de necesidad se podrían utilizar las zonas de césped y sustituir esa parte por nuevas zonas de enterramiento.

En otro orden de cosas, sobre las pegatinas que el consistorio ha depositado en algunas lápidas para advertir del impago de las mismas a los familiares, Carlos Pérez Anadón ha estimado que "estos días se verá el efecto" que han tenido, ya que con aquellas familias con las que no se ha podido contactar quizás lo vean ahora al visitar el cementerio con motivo de Todos los Santos. Asimismo, ha apuntado que ya se encuentran 500 nichos vacíos por este procedimiento.