El perfil de quienes consiguieron un trabajo a través de ETT responde a un chico menor de 24 años y sin estudios superiores. Pero universitarios y estudiantes de FP también recurren a esta opción: suyos son el 20% de los contratos firmados.

Los buenos números de estas empresas, sin embargo, chocan con la calidad del empleo que ofrecen: «Muchos vienen a probar, pero luego se dan cuenta de que no quieren trabajar de lo que sea», afirman en Adecco, una de las 18 ETT que hay en A Coruña. Los sectores que más gente captan son servicios (48%) e industria (39%), áreas donde la precariedad es una constante.

Menos de cinco días

Los contratos de las ETT rondan las dos semanas, aunque un 23% ni siquiera llega a los cinco días de duración.

«Se cubren las bajas con empleo precario», denuncia Melchor Roel, secretario de xuventude de CC OO. «Un modelo que ya han copiado las ‘empresas de servicios’ ante los topes legales que les han impuesto a las primeras», añade.