Los premios de la Fundación Detea, que pretenden "impulsar las relaciones entre la comunidad universitaria y el tejido empresarial para posibilitar el acceso real de los alumnos de las escuelas de Arquitectura e Ingenierías Industrial y de Caminos, Canales y Puertos al mercado laboral", ha reconocido en su décima edición la labor de estudiantes de Arquitectura de las universidades de Málaga, Sevilla y Granada.

Concretamente, según ha precisado la Fundación Detea en una nota, el primer premio, dotado con 3.000 euros y un periodo de prácticas en la empresa, ha recaído en tres estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Málaga —Alberto Montiel, David Belmonte y Pedro de la Torre—, autores del proyecto 'Insección'.

Del mismo modo, el segundo premio, que incluye una compensación económica de 1.500 euros, ha reconocido el proyecto 'Jack and the beanstalk', realizado por cuatro estudiantes de la Universidad de Sevilla —Blanca Esmeralda García Martínez, Cristina Álvarez-Ossorio, Alberto Cabello y Daniel Fosas—, y centrado en la rehabilitación de la Central Térmica de Corrales en Aljaraque (Huelva), desarrollado en un centro de I+D+i de Regeneración de Áreas Industriales.

Según ha explicado Alberto Cabello, el proyecto 'Jack and the beanstalk' es "como una pieza que nace en el interior del edificio, va apropiándose de los espacios y creciendo de una forma un tanto orgánica, hasta apoderarse de los espacios que lo rodean y que lo conectan con su entorno". A través de esta iniciativa, sus autores han intentado "regenerar el tejido industrial, que actualmente se encuentra obsoleto", así como "crear una conexión entre la población y el sector industrial que está abandonado".

Por su parte, Blanca García se ha mostrado convencida de que una de las cuestiones que el jurado ha valorado más positivamente es "su apuesta por una arquitectura más creativa y humana, enfocada a lo cotidiano y alejada de la opulencia", a la vez que ha precisado que, "para este proyecto concreto, querían conectar el edificio con su entorno, que fuera un mediador entre la realidad de sus trabajadores y el espacio público que lo rodea".

En este sentido, el jurado ha valorado, de este proyecto, su "definida apuesta por atrapar el espacio interior y conectarlo con su contexto más próximo sin renunciar a la especificidad del programa propuesto, al cuidado por el detalle, a la lógica constructiva y a la experimentación, deseables en un proyecto de intervención sobre patrimonio industrial".

Categoría de edificaciones de nueva planta

Por otra parte, el primer premio en la categoría de edificaciones de nueva planta, dotado con 3.000 euros y un periodo de prácticas en la empresa, ha ido a parar al proyecto 'Adherencia', obra de una estudiante de la Universidad de Granada, Inmaculada Navarro Gaspar, que ha destacado por su "excelente nivel", según la Fundación Detea.

Además, con motivo de la décima edición de estos premios, el jurado también ha querido destacar el "gran esfuerzo" de los equipos participantes para "adecuarse al siempre difícil compromiso entre la funcionalidad de la instalación, el respeto patrimonial, su eficiencia energética, la adecuación a un entorno concreto y el rigor constructivo de los espacios destinados a albergar los procesos productivos".

Premios detea

La Fundación Detea, que nació en marzo de 2002 con el fin de proyectar y difundir actividades de interés general como la promoción, el desarrollo, la protección y el fomento de estudios e investigaciones de temática social y cultural, convoca desde su creación el Premio Detea en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de las Universidades de Sevilla, Granada y Málaga, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de las Universidades de Sevilla y Málaga y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos de la Universidad de Granada, tratando de "contribuir al desarrollo de los proyectos innovadores en el campo de la Arquitectura Industrial de Andalucía".