La Xunta de Galicia da por "controlado" el vertido de 2.000 litros de gasóleo en la Ría de O Burgo, tras la colocación, por indicación del Servizo de Gardacostas y la empresa encargada de la limpieza, de diverso material absorbente y varias barreras en la zona, según informa en un comunicado. Por otra parte, precisa que las muestras que recogerá el Instituto Tecnolóxico do Control do Medio Mariño (Intecmar) el lunes se conocerán en 10 días.

En su comunicado, la Xunta confirma que el vertido procede de una gasolinera de Repsol en O Seixo (Oleiros) y afirma, que "desde el mismo momento que se localizó el vertido", personal y diversos medios terrestres y marítimos pertenecientes al Servizo de Gardacostas "trabajan en la inspección de la zona y de los bancos marisqueros y colaboran en las labores de minimización".

Tras detectarse el vertido, la Administración autonómica movilizó a personal del Plan de Control de Vertidos, Protección Civil y Augas de Galicia que tomó una muestra para evaluar la carga de hidrocarburos.

Como medida preventiva, el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) decretó este miércoles por la tarde el cierre cuatelar a la extracción marisquera en toda la ría "para evitar que pudiera llegar al mercado productos marisqueros en condiciones no aptas para el consumo humano".

Al respecto, la Xunta señala que, "aunque inicialmente no se detecta afección", el Intecmar realizará diversos análisis "para evaluar si existe presencia de hidrocarburos en el molusco el próximo lunes" y precisa que decidirá la apertura de la ría, total o parcial, "en función de los resultados de estos análisis que se conocerán en un plazo aproximado de 10 días", añade.

Incautacion de marisco

Asimismo, reitera que todo el molusco extraído este miércoles por los mariscadores, antes de decretarse el cierre cautelar, fue "inmediatamente paralizado en las depuradoras", siguiendo el protocolo de actuación de la Consellería de Sanidade "por lo que queda totalmente controlada su salida al mercado", remarca.

Por otra parte, afirma que el Servizo de Gardacostas reforzará la vigilancia en la zona "para evitar el furtivismo" y que pueda llegar al mercado producto sin "control".

Así, señala que, en colaboración con la unidad del Cuerpo de Policía adscrita a la comunidad autónoma y con agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, se decomisaron 34 kilos de almeja y berberecho y se incautaron diversos útiles. También se identificó a un furtivo, mientras otros cinco se dieron a la fuga.