El Grupo Municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Valladolid ha entregado al alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, y al gerente de la empresa funeraria de Valladolid (Nevasa) una serie de propuestas para mejorar "el aspecto" de estos servicios, con ideas como que se introduzcan criterios de capacidad económica para fijar las tarifas mínimas.

Según han informado fuentes de IU en un comunicado recogido por Europa Press, la valoración sobre el funcionamiento de Nevasa es positiva, pero consideran que no se debe regir por "criterios exclusivamente mercantiles" o replantearse el sistema actual porque este servicio, a su juicio, "no puede estar en las exclusivas manos de empresas privadas que definan sus características y controlen por completo su actividad".

Para IU, el coste medio de los servicios funerarios en Valladolid "no es elevado si se compara con los de otras ciudades españolas", pero sí que consideran así al coste mínimo que, por ello, se debería "replantear las tarifas y aplicar criterios de capacidad económica". El problema, han recalcado las mismas fuentes, no es el entierro de indigentes, del que se hace cargo el Ayuntamiento, sino el de quienes tienen ingresos muy reducidos.

Por otra parte, se han opuesto a la "tradicional visita institucional a los cementerios de El Carmen y Las Contiendas", y han optado por dar un formato más comprensivo "que acoja al conjunto de los vallisoletanos fallecidos, y no sólo a los más relevantes públicamente o que hayan practicado determinadas profesiones. "Nadie es más que nadie, sobre todo después de muertos", han subrayado.

También plantean transformar la "capilla aconfesional" para que verdaderamente quede como espacio neutral de despedidas, y que "sólo cuando se demanden los símbolos de una determinada religión se dispongan en la sala en lugar de que sea quien se siente molesto por la presencia de algún símbolo quien ha de demandar su retirada".

Otra idea que plantean es establecer el criterio de que nadie sea enterrado en soledad, y que para evitarlo haya voluntarios o cargos públicos que acudan al sepelio de quien vaya a ser enterrado sin acompañantes. "No queremos que la única compañía para dar el último adiós a cualquier persona fallecida en esta ciudad tenga que ser la de los trabajadores del cementerio", han reflexionado.

Por último, han considerado que Nevasa promociona los enterramientos tradicionales sobre cualquier otra fórmula, pues consideran que, en relación con la incineración se puede contemplar incentivar también el aventamiento de cenizas o formas de enterramiento más sostenibles, como el uso de ataúdes de cartón reciclado o las prácticas de sepulturas sin féretro, envolviendo el cuerpo en una sábana y señalando el lugar con un árbol o arbusto.

Del mismo modo, creen que debería pensarse en el futuro a largo plazo de los cementerios tradicionales, cuando se puedan ir transformando en parques, "como ha sucedido en tantos lugares".