La depresión y la ansiedad son otra cosa, «sobre todo en Secundaria donde los profesores se enfrentan con agresiones y problemas de convivencia diarios que les impiden realizar su trabajo», denuncia García. El llamado síndrome del profesor quemado es uno de los males más comunes entre los enseñantes ocasionado por el desgaste y la tardanza de la administración en solucionar determinados conflictos.

Todo ello, unido «al cambio de comportamiento de los alumnos en los últimos quince años», matiza José Carlos García, provoca que las bajas por temas psicológicos hayan aumentado.

Sin embargo, que un profesor se pida una baja no es el principal problema de la enseñanza. «La mayor preocupación es que o no se cubren o se tardan 20 días en encontrar sustituto». Según UGT, en los colegios la primera baja «nunca se cubre y se utiliza al profesor de apoyo. A veces, hasta cinco maestros solapan la ausencia de un compañero y vuelven locos a los niños».

Catálogo de patologías

La Comisión Provincial de Salud Laboral, creada en Granada este curso, intentará reducir el número de bajas laborales a través de la prevención. Sus miembros serán los encargados de elaborar en los próximos meses un catálogo con las enfermedades más comunes de los profes y realizar cursos por los colegios para enseñar a sus compañeros cómo evitarlas.