El alcalde de Turre (Almería), Arturo Grima (PP), se ha mostrado este miércoles "indignado" ante "las mentiras y los engaños" por parte de la Junta de Andalucía sobre un taller de empleo que se imparte en el municipio desde hace siete meses y del que el Ayuntamiento "ya tendría que haber recibido el 75 por ciento del dinero por parte del Gobierno andaluz", si bien afirma que "a día de hoy no han recibido nada de los 436.000 euros que suponen el taller", por lo que ha amenazado con encerrarse en la Delegación Provincial de Empleo si antes del 31 de octubre no se ejecuta dicho pago.

Según ha explicado Grima en una rueda de prensa, acompañado por la teniente alcalde del municipio, Isabel Flores, "el Ayuntamiento ha adelantado cuatro meses y ahora mismo los trabajadores llevan tres meses sin cobrar ni un euro". Así, ha manifestado que son 24 las familias afectadas por los "impagos" de la Junta de Andalucía.

"El funcionamiento normal del curso es que, antes de que comience, el Ayuntamiento tiene que contar con el 75% por ciento del dinero, sin embargo, la escuela taller comenzó el 1 de abril, justo antes de las elecciones, y a día de hoy no se ha pagado nada por parte del Gobierno Andaluz de los 317.000 euros" ha manifestado.

Grima señala que si ese dinero se hubiera cobrado, el Ayuntamiento podría haber hecho también frente a los pagos de nóminas del resto de trabajadores que llevan dos meses sin cobrar. Con esto, el primer edil de Turre ha explicado también que ha mantenido una reunión y algunas conversaciones telefónicas con la delegada de la Junta y que "aunque siempre ha habido buenas palabras, al final no se ha solucionado el problema que es lo que realmente nos importa al equipo de gobierno y a las 24 familias afectadas".

Por otra parte, Grima ha manifestado que la situación económica del Ayuntamiento es "muy complicada", con una deuda de casi nueve millones de euros y ha culpado al equipo de gobierno anterior de "mala gestión". Incluso, ha llegado a decir que subvenciones que iban destinadas a una obra como por ejemplo el pabellón cubierto, se han destinado a "otros menesteres", situación que se ha repetido en numerosas ocasiones y que el primer edil está dispuesto a "llevar a los tribunales".