La mayoría del PP en la Cámara gallega ha servido este martes para rechazar una moción impulsada por el PSdeG, que contó con el respaldo del BNG, que establecía un calendario presupuestario para que la financiación universitaria alcanzase el uno por ciento del PIB en 2015, tal y como se aprobó en el último Debate sobre el Estado de la Autonomía.

Ante el pleno del Parlamento, el diputado socialista Xaquín Fernández Leiceaga consideró apropiado incrementar la financiación universitaria "un 15 o un 20 por ciento" cada año hasta alcanzar una cifra aproximada de 670 millones de euros, ya que "esperar al último ejercicio" no sería "realista".

En vez de ello, lamentó, la Xunta prevé un aumento para el próximo año de 2,7 millones de euros sobre los 390 entregados en 2011. Así, las universidades gallegas "perdieron 13 puntos porcentuales" con respecto al año 2009, ya que ahora perciben "el 0,56 por ciento del PIB" y en el último año de gestión del bipartito, "el 0,69 por ciento del PIB"

Con él coincidió el portavoz del BNG en la materia, Carlos Aymerich, quien juzgó "heroico" el comportamiento de las tres universidades gallegas pese a los "pocos recursos" que se le destinan y a la "incomprensión gubernamental". De hecho, interpretó que el uno por ciento del PIB es un porcentaje "conservador", toda vez que la media estatal se sitúa por encima del 1,2 por ciento.

Negativa del pp

No obstante, el representante del PP en el debate, Román Rodríguez, mantuvo la estimación prevista para 2015, pero señaló que "en el momento actual se está haciendo el máximo esfuerzo", frente a la bonanza económica reinante en la etapa del bipartito.

"Claro que las universidades merecen más", admitió, pero puso en valor que el gasto por estudiante en el sistema gallego alcanza los 9.500 euros y que esta cifra es "superior" a la media del Estado.

Además, comparó los 394 millones de euros que se destinarán al Sistema Universitario Galego (SUG) en 2012 con los más de 440 millones de euros que la Xunta deberá devolver en ese año al Estado por "las liquidaciones mal hechas" por el Gobierno central.

Aunque el debate se centró en la financiación universitaria, la iniciativa de Leiceaga incluía otras cuestiones como la implantación de la administración electrónica en el SUG, el incremento en el número de becas para investigadores y el aumento del número de becas a estudiantes, que fueron rechazadas.