Las declaraciones de los guardias civiles protagonizan la segunda jornada del juicio del crimen de Horna

Las declaraciones de los peritos de la Policía Científica de la Guardia Civil protagonizan este martes la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia provincial de Guadalajara contra Diego Zamarreño para determinar en que circunstancias ocasionó la muerte de Mercedes Muñoz el 8 de diciembre de 2008 en la pedanía de Horna dependiente del municipio de Sigüenza.

Las declaraciones de los peritos de la Policía Científica de la Guardia Civil protagonizan este martes la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia provincial de Guadalajara contra Diego Zamarreño para determinar en que circunstancias ocasionó la muerte de Mercedes Muñoz el 8 de diciembre de 2008 en la pedanía de Horna dependiente del municipio de Sigüenza.

El sargento de la Policía Judicial del Puesto de la Guardia Civil de Sigüenza, que fue el primero en recibir la notificación de la aparición del cadáver, ha detallado el proceso que se siguió para preservar las pruebas encontradas en el lugar de los hechos confirmando que desde el primer momento se supo quien era la fallecida "porque se encontró su carné de identidad dentro de un bolso a escasos metros del cuerpo".

La declaración del sargento ha estado acompañada de la proyección de un vídeo en el que se han podido ver las manchas de sangre que encontraron los agentes de la Benemérita que llegaron al lugar de los hechos así como el cadáver de Mercedes Muñoz cubierto de sangre y boca abajo en la cuneta del camino que va desde Sigüenza a Horna.

La proyección de las imágenes ha provocado el llanto en algunos de los asistentes que conocían y tenían relación con la víctima, pero no han cambiado la forma de actuar del acusado quien, desde el comienzo de la sesión, ha estado todo el tiempo con la cabeza agachada, casi sobre sus rodillas, y cubierta con ambas manos.

El Jefe del Grupo de Investigación de Delitos contra las Personas de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara ha asegurado que en un principio no descartaron ninguna hipótesis incluida la posibilidad de que el acusado podría haber sido también víctima de alguna agresión pero la intervención de una tarjeta de crédito les confirmó que estaba bien. Concretamente, según ha explicado el agente se intervino una cuenta de CCM "y pudimos confirmar que se encontraba en la zona francesa de Burdeos con lo que solicitamos una orden de Europea que, a la postre, acabó con su detención".

Por su parte, el guardia civil responsable de hacer el primer informe de las pruebas que se encuentran en el lugar de los hechos ha confirmado que el cadáver tenía toda la cara cubierta de sangre y también el jersey que vestía la víctima y que a primera vista se podían apreciar golpes en la cabeza y cortes en el cuello.

La Fiscalía solicita una pena de prisión de 22 años, la Acusación Particular la eleva a 25 y la Defensa pide para el acusado siete años y seis meses. Por su parte, el acusado, Diego Zamarreño, ha declarado que no recuerda nada de lo sucedido.

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