El acusado de matar a una joven en Lloret dice que enloqueció cuando dijo que le denunciaría

  • La italiana Federica Squarise fue asesinada en Lloret de Mar (Girona) en 2008.
  • El agresor asegura que oyó una voz que le decía "mátala, mátala".
  • También se le acusa de abuso sexual "con entrada carnal".
  • Una amiga asegura que Squarise nunca se habría ido con el acusado.

El acusado de matar a una joven italiana, Federica Squarise, en Lloret de Mar (Girona) en junio de 2008 ha reconocido que la mató cuando "enloqueció" tras decirle que le denunciaría y frenarle cuando iban a mantener relaciones sexuales.

El procesado, Víctor D.S. El Gordo, ha explicado a preguntas del fiscal en la Audiencia de Girona que sintió miedo, que vio pasar su vida por delante, que se vio afectado y que oyó una voz que le decía "mátala, mátala", que era consciente pero que no sabía lo que hacía y por eso la ahogó. Ha admitido el crimen pero ha reafirmado la versión de la defensa y ha alegado que las relaciones fueron consentidas, aunque en ningún momento llegó a penetrarla: "Rocé mi parte masculina con su parte femenina, pero no la penetré en ningún momento".

También ha admitido que Squarise le pareció guapa y que intentó ligar con ella, pero que no pensó que podían acostarse hasta que ella le dijo, en la puerta del hotel donde se alojaba, que quería caminar y se fueron a un parque, dónde empezaron a besarse y tocarse y acabaron desnudándose del todo. El Gordo también ha explicado que no recuerda verla muy bebida (en la autopsia se detectó que la chica tenía 2,34 gramos de alcohol por litro de sangre, cinco veces lo que se permite para poder conducir), pero que él si consumió bastante alcohol y también drogas.

El acusado ha declarado que en un momento dado, la chica cambió de opinión y le apartó diciéndole que le iba a denunciar: "Entonces ella dice que no y le pregunto por qué y me dice que me denunciará, le vuelvo a preguntar por qué y me repite que me denunciará, y no lo entendí porque eran relaciones consentidas". Ha contado que la agarró del cuello con una mano y que con la otra, ayudándose con la ropa que tenía al lado, le tapó la cara hasta que la asfixió. Una vez comprobó que estaba muerta mirándole el pulso y la respiración, la limpió, incluso la vagina por si había algún fluido, aunque no la había penetrado, y después la arrastró hasta un agujero dónde la escondió con ramas, hierbas y un adoquín.

El Gordo ha entrado, durante su declaración, en constantes contradicciones con lo que explicó tanto a los Mossos d'Esquadra como ante el juez, un hecho que ha justificado diciendo que "no fue fácil porqué llevaba días desaparecido y sin dormir y estaba muy nervioso y quizá me expresé mal". Una de las principales contradicciones ha sido la relacionada con los arañazos que tenía El Gordo en manos y brazos; en su primera declaración contó que se lo había hecho con una estantería y una vez detenido mantuvo que Squarise no pudo defenderse y que los arañazos se los hizo arrastrando el cadáver.

Una versión que este lunes ha cambiado asegurando que los arañazos se los causó la chica mientras se defendía cuando él la ahogaba: "Ella intentó defenderse arañándome y pataleándome", ha afirmado; una opción que fiscalía y acusaciones descartan por la diferencia de tamaño entre ambos (120 kilos y 1,83 metros de altura frente a los 50 kilos y 1,60 metros de altura de la chica).

Finalmente, ha insistido en que no se entregó por miedo y que mintió tanto a la amiga que viajaba con la víctima como a los Mossos d'Esquadra por lo mismo, y que fue cuando los agentes le pidieron una muestra de ADN cuando decidió huir y cambiar su aspecto para no ser reconocido, aunque al final le denunciaron en Tarragona y se le pudo detener.

"Nunca se hubiera ido con él"

La compañera de viaje de Squarise en Lloret de Mar, Stefania P., también ha declarado este lunes en la Audiencia de Girona y ha afirmado que su amiga "nunca se hubiera ido con él". La chica también ha detallado que El Gordo estuvo muy atento con Squarise toda la noche y que ya en el bar donde él trabajaba le acarició las manos y la cara, pero que no recuerda que su amiga bebiera mucho. "Era una chica amable, educada, muy abierta y social", ha expuesto Stefania P., quien también ha detallado que la vio por última vez en la discoteca.

La amiga salió una media hora dejando a Squarise en el local y cuando volvió no la dejaron entrar porque ya se acercaba la hora del cierre: "Pensé que nos veríamos en el hotel porque era el sitio de encuentro en caso de perdernos", ha manifestado. En la primera sesión del juicio, que se prolongará hasta este jueves, también han declarado los padres y una hermana de la víctima; todos ellos han asegurado que Federica no tenía la costumbre de beber y que además aportaba el 50% de su sueldo a la economía familiar.

Algunos de los presentes aquella noche también han expuesto que en ningún momento la joven rechazó las muestras de cariño del procesado; incluso la ex pareja de El Gordo ha contado que éste admitió que fue la última persona que estuvo con ella pero que nunca pensó que estuviera relacionado con la desaparición de la italiana.

El fiscal y las acusaciones particular y popular piden 30 años de cárcel para el acusado por un delito de abuso sexual con acceso carnal y de otro de asesinato, además de una indemnización de 200.000 euros para los padres de la víctima. La defensa, por su parte, pide cinco años de prisión por un delito de homicidio y apunta varias circunstancias atenuantes.

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