El Ministerio Fiscal pide una pena global de 16 años de cárcel para dos individuos, Cristo Abraham M. y Alfonso C., acusados de asestar tres puñaladas e intentar matar a un tercero la noche del 2 de enero de 2006.

Estas dos personas se sentarán en el banquillo la próxima semana, en concreto el miércoles, día 26, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Murcia, para ser enjuiciados por un presunto delito de tentativa de homicidio.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, a las que ha tenido acceso Europa Press, los hechos ocurrieron a primeros de enero del referido año cuando la víctima, Diego Manolo G., acompañado de Franklin Raphael, se encontraron con los procesados en un bar de copas de Jumilla.

Tras mantener una conversación y salir del local, a las puertas del mismo comenzó una disputa entre la víctima y Cristo Abraham, hasta el punto de que el tono de la conversación se elevó, lo que conllevó a una agresión mutua aunque nadie resultó herido.

Estando ya en su domicilio la víctima y percatarse de que había perdido el teléfono móvil, se dirigió de nuevo al local donde, de camino, se encontró con sendos acusados, uno de ellos, Cristo Abraham, con un cuchillo de grandes dimensiones en la mano.

Según el fiscal, para evitar otra agresión, la víctima y su amigo emprendieron la huida "movidos por el pánico" con la mala suerte de que lograron alcanzar a Diego Manolo y "movidos por un gran rencor" hacia éste, motivado por la agresión previa que había mantenido en el pub, y con "una clara intención de acabar con la vida del mismo", le intimidaron a la vez que Cristo Abraham le asestó una puñalada en el abdomen y dos en la espalda, quedando tendido en el suelo.

Pasadas unas horas y ya casi al amanecer, la Policía Local de Jumilla, en funciones de guardia, escuchó en el interior de un patio voces de auxilio, comprobando, al instante, que se trataba de Diego Manolo, el cual se encontraba con "síntomas de hipotermia y empapado en sangre". Asimismo, a unos tres o cuatro metros del mismo se encontró un cuchillo de plástico de color negro, de 20 cm de hoja y sin restos de sangre.

Como consecuencia de las heridas, Diego Manolo sufrió una hemorragia, tenido que ser intervenido de urgencia. Y es que, añade el escrito, de no sido así "con total seguridad hubiera fallecido por hemorragia interna".

Los hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa, por lo que reclama para cada uno de los acusados ocho años de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de cualquier lugar frecuentado por la víctima durante 10 años.

También pide una indemnización conjunta a la víctima en la cantidad de 13.680 euros por las lesiones sufridas y de 2.350 euros por las secuelas.