El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha informado este viernes de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financiará un total de 46 proyectos contemplados en los Planes de Acción de Energía Sostenible (PAES) de 33 municipios adheridos al Pacto de los Gobiernos Locales ante el Cambio Climático

En este sentido, Griñán y la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Magdalena Álvarez, han anunciado las medidas de colaboración acordadas entre ambas instituciones para la financiación de estos medidas. Así, estas primeras actuaciones que supondrán 26 millones de euros abordarán el fomento de las energías renovables, el ahorro y eficiencia energética, la movilidad sostenible, la reducción de la contaminación luminosa, entre otros asuntos.

Según ha explicado Griñán, el cambio climático es un "desafío inaplazable e inmediato", por lo que Andalucía "en los últimos años ha reforzado los esfuerzos en conocimiento, gestión y en actuaciones medioambientales", lo que ha situado a la región "en una posición de liderazgo en Europa", de hecho "uno de cada cuatro municipios europeos dentro del Pacto Local contra el cambio climático es andaluz".

Asimismo, Griñán ha señalado que cuando estén elaborados los planes de acción, todos los municipios podrán beneficiarse de los instrumentos financieros, lo que elevará la financiación europea a 350 millones de euros, lo que supondrá "un verdadero balón de oxígeno para las cuentas municipales".

El presidente de la Junta ha hecho hincapié en la importancia de elegir el camino para salir de la crisis. "En el momento actual, la recuperación económica es tan importante como saber elegir el camino para salir de la crisis". En este sentido, ha subrayado que "la salida de la crisis pasa por hacer del cambio un aliado para mejorar nuestro presente" y "a largo plazo para encaminar hacia una nueva manera de producir, de trabajar y de consumir, en definitiva, de avanzar hacia un nuevo orden económico internacional".

En relación con la protección del medio ambiente, Griñán ha defendido que los activos económicos "más importantes en el futuro están vinculados estrechamente a la posibilidad de acometer una revolución energética que debe empezar por lo más fácil". Así, ha explicado que en Andalucía es conseguir que las emisiones de CO2 se disminuyan en un 20 por ciento, como resultado de aumentar en igual proporción la eficiencia energética y cubrir un 20 por ciento de la demanda de energía con renovables.

De esta manera, ha destacado que "os planes andaluces de acción para la energía sostenible son proyectos especiales para convertir los efectos del cambo climático y reducir las emisiones, pero son además una apuesta por el cambio del modelo productivo y para el sostenimiento del bienestar social". En este sentido, ha resaltado además que "para los andaluces se abren extraordinarias posibilidades de explorar nuevos sectores económicos y con ello generar nuevos empleos".

Por último, ha señalado que la crisis "nos ha dado lecciones que no podemos ni debemos olvidar" como la necesidad de un uso adecuado de las fuentes de energía y de los recursos naturales. Al respecto, ha defendido que la actividad económica tiene que tener en cuenta su impacto sobre el espacio físico y sobre la sociedad en general y "no puede poner en riesgo los recursos naturales ni superponerse a los problemas sociales".

"Creo que Andalucía está en buen camino" porque "hace casi una década fue la primera comunidad de España en poner en marcha una estrategia ante el cambio climático y, a partir de ese momento, está trabajando para asegurar un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos".

Por su parte, la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Magdalena Álvarez, ha señalado que la lucha contra el cambio climático es el "gran desafío" del siglo XXI y ha señalado que hay que reorientar el modelo productivo con cambios en el modelo energético, en la movilidad y en el modelo tecnológico.

Así ha llamado la atención sobre la necesidad de acometer inversiones en este sentido a pesar de la situación económica global, ya que, a corto plazo, cuenta con un efecto coyuntural y, a largo plazo, tiene efecto desde el punto de vista estructural.