José Bretón, padre de los hermanos desaparecidos el 8 de octubre en Córdoba, ha ingresado en prisión al imputarle el juez que instruye el caso, José Luis Rodríguez Lain.

Bretón ha ingresado en prisión sin derecho a fianza por un delito "de detención ilegal cualificada de desaparición de menores" y otro de "simulación de delito".

Los menores, una niña de seis años y un niño de dos años,  desaparecieron supuestamente mientras jugaban en el parque Cruz Conde de Córdoba. Fue José Bretón la última persona en ver a los niños y quien presentó la denuncia. La Policía le detuvo la madrugada del martes 18 por "indicios racionales de criminalidad".

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, en el auto del juez también consta la simulación de delito, por lo que ha ordenado su inmediato ingreso en prisión. El padre, que fue militar en Kósovo, ha centrado las investigaciones policiales desde el principio. Estaba en proceso de separación de la madre de los pequeños, que tras la desaparición presentó una denuncia por malos tratos psicológicos.

El abogado del padre ha anunciado ya que pedirá un "estudio clínico" sobre el estado psicológico de su defendido, ya que "se evade de la realidad" y, a su juicio, tiene "una personalidad bipolar". Antes de conocer la orden de prisión decretada por el juez instructor, el letrado que defiende a Bretón apuntaba a los periodistas que si se daba ese caso "recurrirá" la decisión al entender que "con las pruebas que hay ahora, no hay motivos de base para que entre en prisión".

Poco después del mediodía, José Bretón ha recreado con la policía su versión de la tarde del 8 de octubre en el parque Cruz de Córdoba entre los insultos de los vecinos de la zona. La recreación de los hechos ha finalizado alrededor de las 14.15 horas al otro extremo del parque por donde ha entrado el padre de los niños desaparecidos, junto a la puerta de la Ciudad de los Niños, donde un furgón policial ha recogido a Bretón.

Desde que desaparecieron los hermanos, la Policía ha rastreado sin éxito el río Guadalquivir a su paso por Córdoba y en varias ocasiones la finca de los abuelos paternos de los niños. Las pesquisas se centran ahora en una gravera abandonada situada a medio kilómetro de la finca de los abuelos de los menores, junto al Polígono de las Quemadas.