El presidente de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), Francisco Cañizares, ha atribuido este viernes en Granada la polémica suscitada en torno a la aprobación por parte del Consejo de Ministros el pasado mayo del anteproyecto de ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna al "desconocimiento de la norma y de los contenidos que regula de determinados sectores y personas".

En el marco del 'VII Congreso Nacional de Informadores de la Salud', que lleva por lema 'Investigación y salud pública' y que acoge Granada hasta el próximo domingo, Cañizares ha sostenido que la aprobación de esta norma y el desarrollo de legislaciones análogas en comunidades como la "andaluza han puesto la atención sanitaria al final de la vida en el centro del debate social".

No obstante, ha opinado que la polémica surgida en torno a este debate "se debe en muchos casos al desconocimiento de la norma y de los contenidos que regula", así como a que "determinados sectores y personas pretenden con sus discursos y valoraciones ir más allá de lo que alcanza la propia norma".

Para contribuir a aclarar el estado de esta cuestión, el presidente de la ANIS ha aludido precisamente a la organización de una mesa redonda en este congreso, que estará marcada "por un marcado carácter multidisciplinar" y en la que estarán representados "médicos, enfermeros, la Administración sanitaria y los pacientes".

De otro lado, se ha referido al papel de las vacunas como medida de salud pública, extremo que ha aprovechado para reprochar que, "en los últimos años, se está descubriendo en la sociedad un movimiento que parece obviar que las vacunas, junto con las medidas básicas de higiene, son las herramientas de salud pública que más vidas han salvado en la historia de la medicina".

"Estamos asistiendo, sin embargo, a un descenso drástico en los niveles de vacunación de profesionales y ciudadanos, lo puede suponer un riesgo para la salud de la población", ha advertido Cañizares, para quien todo este fenómeno "conlleva una responsabilidad tanto para los padres que no quieren vacunar a sus hijos como para los profesionales sanitarios que no se vacunan".

"No hay que olvidar que su libertad para no vacunarse termina donde empieza el derecho del Estado para proteger la salud de los ciudadanos", ha enfatizado el dirigente de la ANIS, quien ha aprovechado para recordar que muchos profesionales sanitarios "trabajan con pacientes inmunodeprimidos y el profesional sanitario puede convertirse en un transmisor de una infección que afecte al paciente".

"Todos recordamos la epidemia de sarampión en el Albaicín de Granada el año pasado y las consecuencias que para la salud de la población tuvo la negativa de algunos padres a vacunar a sus hijos", ha recordado.

El ciudadanos como agente de salud

Respecto al papel del ciudadano, Cañizares ha instado también por que los usuarios "tomen conciencia y asuman su responsabilidad de que son el primer agente de su salud, ejerciendo una labor activa tanto en la prevención como en el autocuidado" de su salud.

En cuanto al papel de los informadores especializados en el ámbito sanitario, el presidente de la ANIS ha pedido que los mensajes se transmitan "con el máximo rigor y actualidad", sobre todo, "en los distintos adelantos científicos que se van produciendo en el sector biomédico".

"La cantidad de trabajos científicos que se producen en todo el mundo es ingente, pero sólo unos cuantos poseen un alcance realmente relevante para la salud de los ciudadanos a corto y medio plazo", ha defendido Cañizares.

Por último, se ha referido al campo de la investigación biomédica y a los nuevos avances, como el diagnóstico genético preimplantatorio y el empleo de plasma rico en factores de crecimiento, "como una revolución en la regeneración tisular a partir de una tecnología innovadora desarrollada en España".