Los directores Adan Aliaga, Hwidar y Carla Subirana se acercan la realidad de Mozambique a través de tres miradas "muy personales" que se encuentran en 'Kanimambo', un film que nació como hace año y medio como un proyecto solidario y que "ha cobrado vida propia" hasta convertirse en un largometraje que escarba en las rastrea las huellas que han dejado en el país 20 años de guerra civil, cuenta el universo y el estigma de una niña sordomuda y profundiza en el papel de la mujer africana.

La película realizada casi íntegramente en Mozambique, ultima estos días el rodaje con algunas escenas en Valencia, donde este jueves ha sido presentada en el Instituto Valenciano de Cinematografía (IVAC) por dos de los directores, Aliaga y Hwidar, junto al productor Sergio Castellete, la directora de producción Rocío Martagon, y la responsable del IVAC, Nuria Cidoncha, que ha colaborado en esta producción de Hispanocine y Eddie Saeta, con 110.000 euros. También ha han participado TVV, con 60.000 euros y ICAA.

Con un presupuesto global de millón y medio de euros, el proyecto, que empezó como una iniciativa solidaria junto a una ONG hace año y medio, finalmente ha seguido su propio camino hasta contar "tres historias muy personales" mozambiqueñas que esperan poder mover por festivales la próxima primavera y estrenar en salas después del verano de 2012, ha avanzado Castellete.

La primera de ellas, 'La Canaleta', rastrea las "huellas" que ha dejado la guerra civil que ha azotado el país durante casi 20 años y "escarba en las cicatrices" que ha dejado a través de una relación paternofilial, ha explicado su director, Hwidar. El cineasta ha confesado que el "intercambio" con las gentes de Mozambique ha sido tal y le ha aportado tanto que cuando regresó a Valencia le costó "rensintonizarse" a la vida de aquí.

Pos su parte, Aliaga se adentra a través de 'El ojo de cristal' en el universo de una niña sordomuda mozambiqueña. Allí la condición de sordomudo es un "estigma" que les "excluye de la sociedad, se les llama deficientes", ha lamentado. La niña de su historia vive en una zona rural bastante pobre donde conoce a un músico ciego y se establece una relación en la que ambos se compenetran, ha avanzado.

El director ha relatado que esta niña se comunicaba con un lenguaje inventado hasta que el equipo de rodaje le enseño el lenguaje de signos. Con este film, Aliaga espera aportar su "granito de arena" para dar a conocer la realidad de cómo se vive en Mozambique. "Parece que tenemos miedo de ir a África pero realmente vas y la gente es tan cariñosa, nos ha dado tanto", ha recordado.

'La Capulana de Madalena' de Carla Subirana es la tercera historia que se entrelaza en este largometraje donde alguno de los personajes secundarios de una de las historias resulta ser el protagonista de otra. La directora contrasta las experiencias de viajes anteriores con el que hace para esta película, a través de un relato en primera persona sobre dos mujeres, una pescadora y otra del ámbito rural, que "dan una visión de lo que es la mujer en Mozambique", ha comentado Hwidar.

Tres historias diferentes pero con "vínculos" en común. Desde la "ficción clásica" de 'La Canaleta', hasta el estilo documental de 'La Capulana de Madalena' pasando por 'El ojo de cristal' más abierto a la improvisación, una mezcla que supone "todo un reto", ha concluido Aliaga.