Los hosteleros cántabros aseguran que 2011 ha sido, "sin ninguna duda, el peor año desde que estalló la crisis", tras "cuarenta meses" de descensos consecutivos en la rentabilidad del sector.
Este resultado se debe, en parte, a que los ciudadanos tienen "mucho miedo" a consumir y a "gastar más de lo previsto" y, también, al "trágico verano" que acaba de concluir, en el que ha predominado el mal tiempo.
Esta situación hará que el próximo invierno sea "muy duro" para muchas empresas, especialmente pequeñas y medianas, mientras que para otras será "insostenible".
Así lo ha manifestado este miércoles el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Emérito Astuy, durante una rueda de prensa en la que ha hecho balance de la temporada estival y del conjunto del año.
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