Las escasas lluvias de este otoño y las altas temperaturas han provocado un "déficit de agua" en la cornisa cantábrica, asegura el meteorólogo Emilio Rey, quien indica que esta situación "tiene los días contados" ya que a partir del próximo domingo una borrasca dejará importantes precipitaciones en casi toda la península.

Una buena noticia para las comunidades en las que durante los últimos días se han desatado incendios forestales. Aragón, Castilla y León, Asturias y especialmente Galicia (en donde han ardido ya más de 6.000 hectáreas), necesitan la lluvia para intenar poner freno a las llamas. La superficie forestal quemada en total asciende a 51.000 hectáreas en lo que va de año, una cifra similar a igual periodo de 2010.

El riesgo de incendios es medio-alto en toda la franja norte y en áreas de Castilla y León, Andalucía y Extremadura, de acuerdo con el mapa de índice de riesgo de este martes que elabora la dirección general de Protección Civil.

El motivo de haber tenido un otoño más seco de lo habitual y también más caluroso se debe, según apunta Rey, a un "anticiclón de bloqueo", que ha impedido la entrada de borrascas atlánticas y las ha desplazado hacia el norte de Europa. "El anticiclón ya se ha debilitado", dice este experto, "y ya se van a poder colar las borrascas", añade.

Por su parte, la Confederación Hidrográfica (CHC) del Cantábrico ha activado en fase de prealerta el Plan Especial de Eventual Sequía en las cuencas de Asturias, Cantabria y Lugo. Según la Confederación, las reservas garantizan el abastecimiento en los principales sistemas de las áreas centrales de Asturias y Cantabria y son algunos de los pequeños los que podrían verse afectados.

Los caudales circulantes en muchos ríos son escasos y se requiere un cuidado especial para mantener las condiciones ecológicas y la atención a las demandas. Se aconseja a los responsables de los principales abastecimientos la necesidad de limitar los consumos no prioritarios, así como el refuerzo del control en la calidad del agua.

La reserva hidráulica se encuentra al 60% de su capacidad total con 33.328 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que representa una disminución de 428 hectómetros, el -0,8%, con respecto a los niveles de la semana anterior, ha informado el Ministerio de Medio Ambiente (MARM).

Las mayores variaciones afectan a la cuenca del Ebro, que ha perdido 104 hectómetros cúbicos mientras que las cuencas internas del País Vasco pierden 1 hectómetro respecto a los niveles de hace siete días. Durante esa semana, las precipitaciones han sido prácticamente nulas en toda la península, recogiéndose la máxima en Alicante con 8 litros por metro cuadrado.

Según la Aemet, el pasado mes de septiembre ha sido el más seco en España desde el año 1988, con una precipitación media de solo 16 mm (poco más de la tercera parte de su valor normal).

También ha sido un mes muy cálido, con una media de 22,1 ºC, que se sitúa 1,8 ºC por encima del valor normal.