Trabajadores de los autobuses urbanos de Jerez inician un nuevo encierro en el convento de San Francisco

Los trabajadores de los autobuses urbanos de Jerez de la Frontera (Cádiz) han iniciado este lunes un nuevo encierro en el Convento de San Francisco para exigir el pago de la totalidad de las nóminas pendientes en su undécima semana de huelga, cumpliendo así su promesa de agudizar las medidas de presión.

Los trabajadores de los autobuses urbanos de Jerez de la Frontera (Cádiz) han iniciado este lunes un nuevo encierro en el Convento de San Francisco para exigir el pago de la totalidad de las nóminas pendientes en su undécima semana de huelga, cumpliendo así su promesa de agudizar las medidas de presión.

Fuentes del comité de empresa han indicado a Europa Press que permanecerán en las dependencias religiosas hasta el próximo jueves, fecha en la que vence el plazo dado por la concesionaria municipal, Urbanos Amarillos, en un escrito para abonar el salario de septiembre y terminar de pagar el de agosto a la otra mitad de la plantilla que aún no ha cobrado.

La plantilla se ha encerrado en el interior de la iglesia jerezana este mediodía, después de que a las 06,30 horas los empleados de este servicio público hayan vuelto a concentrarse ante las puertas de los garajes de El Portal, de donde han salido los autobuses para cumplir los servicios mínimos —un vehículo por línea a excepción de las ocho, nueve y diez— tras el paréntesis del fin de semana.

Esta acción de protesta llega 48 horas después de que los trabajadores irrumpieran en el Ayuntamiento jerezano para pedir una solución definitiva a este conflicto, tras más de dos meses de paros indefinidos después de que la concesionaria avisase al comité de empresa de que habían agotado el aval de 1,5 millones de euros que les transfirió el Ayuntamiento para pagar las cinco mensualidades pendientes.

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