El Consello da Cultura Galega (CCG) ha propuesto a la Consellería de Cultura que se "controlen" las ayudas públicas que reciben las fundaciones culturales gallegas y que se limiten a un máximo del 50 por ciento del plan de actividades presentado anualmente por las entidades, mientras que el restante 50 por ciento "deberá buscarse en otro sitio", principalmente a través del "estímulo" a la inversión privada.

Así lo recoge el Informe sobre las Fundaciones Culturales de Interés Gallego que ha presentado este lunes el presidente del CCG, Ramón Villares, al conselleiro de Cultura, Roberto Varela, que se ha mostrado "de acuerdo" con las consideraciones.

En concreto, el texto evidencia que las fundaciones culturales gallegas "conforman un grupo económicamente muy débil" y "excesivamente dependiente de las ayudas públicas", así como con "escasa capacidad para la captación de fondos privados", por lo que ha instado a mejorar esta situación a través de mecanismos como una mayor exigencia de dotación fundacional inicial o la modificación de la Ley de Mecenazgo, que haga la inversión privada "más atractiva" con mecanismos como "una deducción impositiva para las aportaciones a las fundaciones".

Asimismo, el informe propone que se "evite" la "proliferación de protectorados" y que se centralice su actividad en "un solo organismo con mayor capacidad de intervención y de regulación".