«Para cantar sin ser famoso hay que luchar»

Javier Sánchez reparte su tiempo entre el amor a la música y el reparto de ejemplares de 20 minutos en la plaza de América.
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¿De dónde viene su afición artística?

¿En solitario?No, soy el cantante solista de una orquesta integrada por siete músicos, la orquesta Comanche.¿Cómo se busca la vida un cantante sin fama?Cuesta mucho. Soy repartidor de periódicos, trabajo en una agencia de seguros y, además, ensayo con la orquesta, sin contar las 50 actuaciones que hacemos al año, sobre todo en la temporada estival. Pero intento organizarme. Para llegar arriba hay que luchar mucho.¿Quiénes son sus ídolos?Me encanta Mónica Naranjo, uno de mis sueños es cantar algo con ella, y después me gusta Bisbal; de hecho, canto temas suyos con la orquesta.¿Sus próximos proyectos?Creo que es el momento de darme a conocer como solista y estoy preparando un mini-CD con cinco canciones. Se llamará Es tiempo de cambiar. Si todo va bien, estará para el otoño y tendrá canciones variadas, románticas y discotequeras, con mucha marcha.BioNació en Manzanares (Ciudad Real) en 1977. En 1994 se tralada a Alicante para estudiar canto.

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