Miles de personas de diversos rangos de edad, pero principalmente gente joven, ha secundado este sábado en Sevilla la convocatoria de manifestación promovida en 710 ciudades de 70 países de todo el mundo bajo el lema 'Unidos por un cambio global'. La manifestación, que ha contado con la participación de vecinos de diferentes localidades de la provincia, incluso de Casariche pese a la distancia, ha tomado las calles del centro de la capital andaluza para finalizar en el complejo arquitectónico fungiforme de la plaza de la Encarnación, ya escenario habitual de las protestas de los 'indignados'.

También como viene siendo costumbre, los 'indignados' de Sevilla han arrancado la protesta desde la Plaza de España para recorrer la avenida del El Cid, la calle San Fernando, la avenida de la Constitución, la Plaza Nueva, el entramado de las calles Sierpes y Tetuán, la calle Laraña, y finalmente el complejo arquitectónico de Metropol Parasol, ya popularmente rebautizado como 'las setas' a cuenta de la forma que evocan sus gigantescos parasoles.

Un portavoz del colectivo '15M' ha informado a Europa Press de que a las 20,15 horas, cuando la manifestación superaba la Plaza Nueva, todo transcurría "sin incidentes". Este mismo portavoz ha cuantificado en unas 30.000 personas el número de asistentes, aunque la aglomeración humana copaba, en un momento determinado, el trayecto comprendido entre la fachada de la Catedral y los aledaños del Rectorado de la Universidad de Sevilla. 'INDIGNADOS'

De toda la provincia

La manifestación, animada por al menos dos tamboriladas, ha contado con la asistencia de vecinos no solo de Sevilla capital, sino también de Mairena del Aljarafe, Tomares, Palomares del Río, Utrera, Dos Hermanas e incluso de Casariche, una de las localidades de la provincia más alejadas de la ciudad hispalense. Incluso un colectivo de chilenos ha participado en la movilización. Los manifestantes, que han recorrido pacíficamente las calles de Sevilla en demanda de una sociedad más justa, portaban desde banderas de la II república a enseñas sindicales.

Al grito de "lo llaman democracia y no lo es", "la solución, banqueros a prisión" o "hasta los ovarios de tanto empleo precario", estudiantes, parados, jubilados, incluso familias con sus hijos, han participado en esta movilización a escala mundial atrayendo la atención de los turistas y curiosos, que han fotografiado intensamente la marcha. Tampoco han faltado los gritos y consignas que animaban a promover una nueva huelga general, toda vez que un dispositivo desplegado por la Policía Nacional ha velado por la seguridad del evento.