La Consellería de Traballo priorizará, a la hora de poner en marcha nuevas plazas públicas en residencias para dependientes, las áreas de Santiago y de Pontevedra, las dos en las que considera más necesaria la implantación de recursos de este tipo a medio plazo.

Así lo ha señalado este viernes la conselleira de Traballo, Beatriz Mato, que ha presentado el Mapa de Infraestructuras Sociales de Galicia en Atención Residencial, una herramienta que facilitará a la administración social conocer cual es el estado de las distintas zonas de Galicia en atención residencial para dependientes y la evolución de la demanda.

En concreto, la herramienta, que ha sido diseñada en colaboración con la USC y Novacaixagalicia, permite hacer "proyecciones" en el horizonte 2020 sobre las "necesidades de determinadas infraestructuras sociales" —en un primer momento residencias— según la "demanda real y efectiva" que se estima que habrá en 2020 y teniendo en cuenta las "preferencias reales" de los mayores y dependientes.

En esta línea, la herramienta no será una "foto fija", sino que podrá modificarse en función de los cambios de población, "romperá" la barrera de edad de los 65 años y tendrá en cuenta aspectos como el grado de dependencia y la preferencia de algunos mayores por permanecer en sus domicilios y no optar por un servicio residencial.

áreas de prioridad

Según los datos recopilados por la Administración con esta herramienta se han establecido seis grandes áreas de prioridad en función de la necesidad a la hora de abrir nuevas plazas de ahora al 2020.

Con estos datos, el área de Santiago y la de Pontevedra serán ahora las prioritarias a la hora de habilitar nuevas plazas públicas cuando la Xunta tenga "disponibilidad" para ello. A continuación, se situarán las áreas de Verín y Barbanza, en segundo lugar; Vigo y A Coruña, en tercero; Lugo y Cee, en cuarto lugar; y Ourense, Ferrol, O Salnés y Burela, en quinto. Para finalizar, las áreas menos prioritarias para nuevas plazas residenciales serán la de Monforte (Lugo) y Valdeorras (Ourense).

"No es solo cuestión de cantidad de dependientes, es cuestión realmente de tener en cuenta la ratio, saber la cantidad de solicitudes, la proyección de dependientes que habrá, la disponibilidad de recursos que existen ahora y los que podrían estar disponibles para concertar o construir", ha señalado Beatriz Mato, que ha asegurado que el mapa permitirá avanzar en la "justicia territorial" para estas zonas. "Hay mucha dotación en Lugo y Ourense", ha sentenciado.

Conformación del mapa

Para la conformación del mapa se ha tenido en cuenta, en primer lugar, la estimación de la demanda futura en el ámbito de las residencias en Galicia, para pasar a planificar después los recursos necesarios sobre el territorio con horizonte 2020.

Así, en la conformación de las necesidades de la población, además del criterio de edad —que ha roto la barrera de los 65 años—, se ha tenido en cuenta el grado de dependencia estimado de los mayores, dado que el uso de recursos asistenciales es mayor a medida que aumenta el grado de dependencia.

Además, se ha tenido en consideración las "preferencias personales" y "no sólo la demanda potencial" ya que, ha informado Mato, según el Imserso, el 87,3 por ciento de los mayores prefieren vivir en su casa aunque sea solos. "La residencia es el último recurso", ha sentenciado.

En esta cuestión influye tanto el hecho de que el 90 por ciento de la población mayor de 65 años es propietaria de una vivienda, como la existencia de apoyo familiar, por lo que una de las ayudas para dependientes más solicitadas son las ayudas al familiar para cuidado.

Según ha explicado Beatriz Mato, el 85 por ciento de las personas que la Xunta tiene en su sistema de dependencia y solicitan una residencia están atendidos y quedan en lista de espera por un recurso asistencial un 15 por ciento, unas 1.300 personas.