La Policía Nacional ha desmantelado un invernadero de marihuana camuflada en el interior de un chalé de lujo en Caspe (Zaragoza) y ha detenido a nueve integrantes de un grupo que distribuía droga en locales de ocio de Tarragona.

Los agentes han intervenido 2.500 plantas y consideran que el invernadero tenía una capacidad para producir 1.500 kilos de cannabis al año, según han informado fuentes policiales.

La investigación comenzó hace cinco meses encaminada a desarticular una organización que distribuía cocaína, hachís, anfetaminas, metanfetaminas y marihuana en locales de ocio tarraconenses.

La organización estaba claramente jerarquizada y contaba con dos personas en la cúspide —el jefe y el lugarteniente—, que se reunían de manera regular con otros miembros del grupo, encargados del montaje y mantenimiento de una gran invernadero en Caspe.

El invernadero se explotaba según el 'modelo holandés', que se basa en el cultivo de alto rendimiento de las plantas mediante el control de las horas de luz que reciben, y su explotación podía llegar a entregar seis cosechas anuales.

Para abastecer la producción, el invernadero necesitaba una gran cantidad de corriente eléctrica, equiparable al consumo habitual de cincuenta domicilios, por lo que los narcotraficantes habían practicado una toma ilegal de corriente de la red eléctrica.

El arresto del jefe y el lugarteniente se produjo cerca de Tortosa cuando huían del chalé, ya que pretendían cambiar la ubicación de la plantación tras un incendio fortuito en el invernadero causado por la conexión eléctrica que suministraba energía a la vivienda.

Otras siete personas fueron arrestadas, entre ellos los distribuidores de la red y el electricista encargado de la instalación del invernadero, y han practicado seis registros en Caspe, y en Tortosa, Amposta y Santa Bàrbara (Tarragona) en los que se han incautado 2.500 plantas de marihuana, 40 gramos de cocaína, speed y cristal, y 11.500 euros en efectivo.