El alcalde de Santiago de Compostela, Gerardo Conde Roa, ha advertido este jueves de que "los ingresos no cubren a día de hoy los gastos", mientras que la capacidad de endeudamiento de la institución local está "agotada" por parte del anterior gobierno bipartito. "¿En qué se gastaron los 66 millones de deuda del ayuntamiento?", preguntó el regidor al ahora portavoz del grupo de la oposición mayoritario y exalcalde, Xosé Sánchez Bugallo.

Esta situación la denunció Conde Roa durante un pleno extraordinario que se ha celebrado en la tarde de este jueves en el Pazo de Raxoi y que tenía como punto primero del orden del día la aprobación de la cuenta general de 2010, último año de gestión de socialistas y nacionalistas, y que contó con los votos favorables de los entonces socios de gobierno y el de un concejal del PP, que se confundió al levantar la mano.

El resto de populares se abstuvieron y, pese a que el propio Bugallo propuso repetir la votación para enmendar el error, no se hizo ya que no iba a alterar el resultado final, que fue la aprobación de la cuenta del año anterior como trámite previo a su envío al Tribunal de Cuentas antes del 15 de octubre, en cumplimiento con la legislación vigente.

Con todo, los populares, tanto por boca de su portavoz de Hacienda, Cecilia Sierra, como a través del regidor, echaron en cara al anterior gobierno local la "herencia envenenada" que dejaron a la actual corporación, como ya habían advertido —dijo— en los últimos años desde la oposición.

En defensa de la gestión sólo actuó el portavoz del PSdeG en el Ayuntamiento compostelano, ya que su homólogo del BNG, Rubén Cela —que no formaba parte de la anterior corporación municipal—, únicamente se limitó a anunciar en un primer turno el voto favorable al documento presentado.

No recurso a la deuda

Así las cosas, Bugallo explicó que en los últimos cuatro años, el ayuntamiento consiguió "bajar en endeudamiento" en unas circunstancias económicas de crisis, y comparó con que la Xunta lo aumentó en "un 80 por ciento" en dos años —entre 2009 y 2010—. Además, justificó que la capacidad de incurrir en deuda se vio modificada por un decreto del Gobierno central "que hay que respetar", pero que limitó en mayo al 75 por ciento del presupuesto el endeudamiento, pese a que en enero era del 130 por ciento.

Sin embargo, Conde Roa reprochó la situación de las arcas municipales, que se deben a "decisiones políticas" que, a su juicio, deben explicar los anteriores miembros del gobierno local, que consideraron que el ayuntamiento era un "oasis" en medio de la situación económica "compleja". "Dejaron quebrado, hundido. Se lo jugaron todo a unas elecciones que perdieron, es una irresponsabilidad", resolvió Conde Roa.

En este contexto, en que Cecilia Sierra ha recriminado a los anteriores socios de gobierno que "se hayan encargado de que no se pueda ir a la deuda", ha señalado que habrá que tomar "otras medidas", como "aumentar el número de habitantes" de la capital gallega, que "no ha crecido en los últimos diez años" con el objetivo de obtener más ingresos y repartir entre más las cargas fiscales. "Medidas de choque que no se tomaron", ha reprobado.

Entre otros datos referidos a la cuenta general, la concejala de Hacienda señaló que el endeudamiento por habitante fue de 697,58 euros durante 2010, año en que se pagaron más de 25.000 euros al día en intereses y amortizaciones.

En el capítulo de gastos, se reconocieron créditos por 113,3 millones de euros, con una ejecución del 75,5 por ciento. En este punto, señaló que la suma de combustibles y carburantes, servicios postales, atenciones protocolarias y publicidad y propaganda se alcanzaron 277.000 euros sobre lo presupuestado, es decir 1,2 millones de euros frente a los 960.000 euros iniciales.

Rifirrafe conde roa y bugallo

Durante la celebración del pleno extraordinario se produjo un rifirrafe entre el alcalde y el que fue regidor, cuando Bugallo demandó un turno de aclaraciones después de la intervención de Conde Roa, que se lo concedió no sin antes recordar que lo hacía pese a que en el anterior mandato reiteradamente se vio privado de "libertad de expresión" por parte de su antecesor.

"Puede hablar sin pedirme permiso, no le voy a negar nunca el uso de la palabra. No como hacía usted", hizo saber Conde Roa a su adversario político, al que le espetó que mientras él "fue educado en democracia", otros llegaron a ella de "mayores". "No me va a tener que expulsar porque no le voy a dar motivos para hacerlo", le replicó Bugallo.

El regidor también sugirió al exalcalde que "si tiene la oportunidad de volver a presidir una institución, tome nota del comportamiento democrático y trate a la oposición como está siendo tratado" por él (Conde Roa).