Un total de cuatro personas fallecieron en 2010 en la Región de Murcia como consecuencia de un incendio o una explosión y fue la tercera comunidad autónoma, por detrás de Navarra y Cantabria, con menor número de víctimas mortales por esta causa.

Estos datos se desprenden de uno de los informes más completos que hasta el momento se han llevado a cabo en España sobre el número de víctimas que se producen cada año por incendio o explosión y que han presentado hoy en Madrid Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos.

Cada año fallecen en España unas 200 personas como consecuencia de un incendio o una explosión, y la mayoría de las víctimas son hombres, mayores de 65 años, que fallecen principalmente por un descuido con radiadores, chimeneas y braseros, entre otros aparatos, o por el uso inadecuado y el mal estado de un enchufe y otras instalaciones eléctricas.

Los siniestros más graves, y también con mayor número de víctimas, se producen durante la noche y en los meses de invierno, según informaron fuentes de la Fundación Mapfre en un comunicado.

Por comunidades

De las más de 340.000 intervenciones que realizaron los bomberos el año pasado, el 33 por ciento estaba ligado a incendios o explosiones. El 70 por ciento del total de víctimas mortales por incendio corresponde a los originados en las viviendas en los que fallecieron un total de 136 personas.

Cabe destacar que Andalucía con 53, Cataluña con 24 y Galicia con 15 fueron las comunidades con mayor número de víctimas mortales. La causa más probable de muerte fue la intoxicación por gases en el 50 por ciento de los casos y quemaduras con el 40 por ciento.

No obstante, España tiene uno de los índices más bajos de muerte por incendio del mundo, ya que el ratio es de algo más de cuatro muertos por millón de habitantes en 2010, es decir, una persona por cada 700 incendios o explosiones que se producen, lo que significa que en los últimos 30 años, el índice de fallecidos por millón de habitantes se ha reducido en más de un 50 por ciento a pesar del crecimiento de la población.

Esta positiva evolución, tan solo superada por países como Suiza y Holanda, donde menos personas fallecen por un incendio, lo que se debe en gran parte a la alta resistencia al fuego de los materiales de construcción que se utilizan en España; al alto desarrollo profesional de los servicios de bomberos; y al creciente número de campañas educativas y de prevención que se realizan cada año.

Entre los consejos para prevenir un incendio en el hogar, Fundación Mapfre y Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos recomiendan no sobrecargar los enchufes con ladrones; desconectar los aparatos eléctricos después de usarlos; y no dejar las cerillas y los mecheros al alcance de los niños.

También se aconseja no fumar en la cama; no usar braseros de carbón o leña; cerrar siempre la llave del gas después de su uso; no situar las estufas cerca de muebles o cortinas ni utilizarlas para secar la ropa y no abandonar una sartén o una olla en el fuego.

Además, los expertos recomiendan tener un detector de incendios en el hogar, sobre todo porque es el mejor sistema de alerta cuando se inicia un fuego por la noche, y disponer de una manta apaga fuegos en un lugar visible y cerca de la cocina, así como de un extintor de incendios portátil que se sepa usar adecuadamente.

En la presentación del informe, que se enmarca dentro de las acciones de la Semana de Prevención de Incendios, organizada por Fundación Mapfre, la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) y los servicios de bomberos de 17 localidades de España, han participado Antonio Guzmán, Director General del Instituto de Prevención, Salud y Medio Ambiente de

Fundación mapfre; y Javier Larrea, Secretario General de la APTB.