Una profesora del CEU gana un premio nacional de investigación por estudiar la migración de retiro en la Costa Blanca

La profesora de Magisterio del CEU de Elche (Alicante) Inmaculada Hurtado recogerá este jueves el primer premio de la vigésimo octava edición del Premio de Investigación Cultural Marqués de Lozoya, convocado por el Ministerio de Cultura, por su trabajo 'Cartografía de una aspiración. Envejecimiento, salud y cuidados en la Migración Internacional de Retiro a la Costa Blanca (Alicante)'.
La Profesora De Magisterio Del CEU De Elche Inmaculada Hurtado.
La Profesora De Magisterio Del CEU De Elche Inmaculada Hurtado.
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La Profesora De Magisterio Del CEU De Elche Inmaculada Hurtado.

La profesora de Magisterio del CEU de Elche (Alicante) Inmaculada Hurtado recogerá este jueves el primer premio de la vigésimo octava edición del Premio de Investigación Cultural Marqués de Lozoya, convocado por el Ministerio de Cultura, por su trabajo 'Cartografía de una aspiración. Envejecimiento, salud y cuidados en la Migración Internacional de Retiro a la Costa Blanca (Alicante)'.

Según ha informado la institución académica en un comunicado, se trata del galardón más importante a nivel estatal en su categoría y fue creado en 1981 con el objetivo de impulsar la investigación antropológica sobre los diferentes modos de vida y pensamiento del entramado cultural español.

En esta investigación, la también Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Rovira i Virgili, aborda las singularidades del fenómeno migratorio de retiro en la provincia de Alicante, la influencia de la salud y el envejecimiento en las expectativas y dificultades que experimentan estos colectivos provenientes del norte de Europa, así como las causas de la percepción difusa y ambivalente que tiene este fenómeno entre la sociedad y los profesionales sanitarios de la provincia.

Hurtado expone en su trabajo que, desde la sociedad y los profesionales sanitarios que atienden a estos colectivos, la inmigración de retiro es vista "como una irresponsabilidad", tanto por "el consumo de recursos socio-sanitarios ajenos" que conlleva como por considerar que "no están en la edad apropiada para migrar y alejarse de la familia, que es la que debería apoyarles y cuidarles".

La profesora del CEU señala que "en el modelo sanitario español, la participación familiar se hace imprescindible para afrontar situaciones de dependencia", de modo que este fenómeno "afecta a la calidad de la atención, al ánimo de estos profesionales, así como al gasto y a la organización de los distintos recursos sanitarios".

Hurtado plantea que "el colectivo migratorio podría encajar en el término de 'élites discriminadas' en términos sociales, ya que su edad supone un vector de discriminación; en términos culturales, sus modelos familiares y de atención son vistos como anómalos; y en clave política, porque aun siendo ciudadanos europeos, no pueden trasladar sus estándares de atención a otro país, por lo que la disponibilidad de recursos para la dependencia se ve mermada".

Para atajar estos conflictos, la experta propone "trabajar en diversificar geográficamente la oferta, que los diferentes estados organicen mejor las coberturas en el extranjero de sus ciudadanos, y articular mejor las compensaciones intraestatales e interestatales".

Además, la docente universitaria considera que "se podrían conocer mejor sus ciclos de movilidad y hacer estimaciones que permitan organizar mejor los recursos en destino", mientras que en lo relativo a servicios sanitarios, apuesta por "reorientar el sistema de atención hacia las necesidades de una sociedad heterogénea y plural".

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