Un fallo en el sistema informático Adriano ha afectado en la mañana de este martes, y por espacio de dos horas, a los juzgados de Instrucción de Sevilla, así como al Juzgado de Guardia y al Decanato, obligando a suspender algunas declaraciones judiciales, como por ejemplo las que iban a prestar dos trabajadores detenidos en el conflicto de astilleros de Sevilla.

Fuentes de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla han informado a Europa Press de que el fallo en el sistema informático se ha detectado en torno a las 10,30 horas, solucionándose dos horas más tarde, en torno a las 12,30 horas, aunque en principio únicamente ha afectado a algunas tomas de declaraciones previstas para este martes.

Las mismas fuentes han puesto de manifiesto que el fallo en el sistema Adriano no ha afectado a los juicios previstos, que se han podido desarrollar con total normalidad, extremo éste confirmado por el propio juez decano, Federico Jiménez Ballester, quien ha dicho a Europa Press que el error ha sido rápidamente subsanado y únicamente ha afectado a algunas declaraciones judiciales, que han tenido que ser pospuestas a otro día.

En concreto, este problema informático ha imposibilitado que los dos trabajadores detenidos en el conflicto de astilleros de Sevilla y acusados de desobediencia grave y resistencia a la autoridad hayan podido declarar este martes en el Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla, declaraciones que se han aplazado al día 8 de noviembre.

Los abogados de ambos detenidos han aportado a este procedimiento un escrito de denuncia contra la actuación policial donde "se cuentan los hechos que concurrieron el día de la detención". El pasado 29 de septiembre, la Policía Nacional detuvo a dos trabajadores por los incidentes registrados el 23 de septiembre en la manifestación que se celebró desde la glorieta de Blas Infante hasta el palacio de San Telmo, donde la Policía forcejeó con uno de estos trabajadores "porque llevaba una bolsa con huevos".

En concreto, los detenidos eran el secretario general de la Federación del Metal de CCOO Sevilla, Juan Antonio Caravaca, y un joven trabajador que no pertenece al comité de empresa. Ambos apresados están acusados de "desobediencia grave y resistencia a la autoridad".