El thriller Sospechosos habituales (The Usual Suspects, 1995) lo erigió en director de culto; la trilogía de X-Men - aunque no dirigió la tercera -, le otorgó el salto con éxito a las grandes producciones hollywoodienses, así como el respeto de millones de exigentes fans de los superhéroes de Marvel, satisfechos por las adaptaciones que había realizado. Bryan Singer es el director homenajeado en el Festival de Sitges.

Allí estará este miércoles en carne y hueso para firmar autógrafos entre sus admiradores e incondicionales. El martes ya recibió el Gran Premio Honorífico que otorga el Festival, y entre sus nuevos proyectos avanzó uno sobre Battlestar Galactica, que sería "complementario y explorando otras vías" a la serie televisiva que triunfó recientemente.

Una fama que no decrece pese a que sus dos trabajos más recientes, las lujosas superproducciones Valkiria con Tom Cruise o Superman Returns, no obtuvieran el impacto esperado ni en crítica o público. Aunque su trayectoria ha sido igualmente sólida en televisión, por ejemplo, como productor ejecutivo de las series House o Dirty Sexy Money.

En la década de los 90, Sitges ya acogió las primeras obras de un por entonces aún desconocido Bryan Singer, caso de Public Acces (1992) o Verano de Corrupción (Apt Pupil) que clausuró el certamen en 1998. Esta vez regresa en olor de multitudes convertido en una de las grandes estrellas de esta 44 edición del Festival.

Expectación también por ver Extraterrestre, el segundo largometraje de Nacho Vigalondo; otro de los nombres ilustres que estarán en la ciudad costera catalana, convertida durante estos días en la capital del cine de terror y fantasía. O a Alexandre Bustillo y Julien Maury que removieron las tripas del personal con su sangrienta A l'intérieur – no estrenada en España – hace 4 años y que presentarán su nuevo largometraje, Livide, en torno a la temática vampírica.