Antonio Garrido se encuentra estos días en Sevilla para presentar 'El lector de cadáveres' (Espasa), una novela que recrea la China de la dinastía Tsong, en el siglo XIII, y que narra la historia de Cí Song, un joven de origen humilde cuya pasión y talento lo llevaron de trabajar en los Campos de la Muerte de Li'an, donde trabajaba como enterrador, a servir al emperador y convertirse en el primer juez forense de la historia.

Tras su primera novela titulada 'La escriba' (2008), una historia de intrigas y aventuras ambientada en la Europa del siglo VIII d.C, Garrido ofrece ahora una historia situada en la antigua China en el siglo XIII. Así, el autor jienense ha señalado en una entrevista a Europa Press que los escritores "son cazadores de historias y están siempre pensando en encontrar aquello que va a impactar y funcionar", así que cuando en un congreso forense "supe del primer forense que existió en la China medieval, me di cuenta que ha había una historia que podía emocionar, que podía atrapar, que era original y fue lo que me decidió a cambiar tanto de escenario", manifiesta.

Así, Garrido cuenta en 'El lector de cadáveres' la historia de Cí Song, un personaje que le fascina "por dos razones", apunta el escritor. La primera, añade, porque "traslada al lector a una época desconocida, atractiva, sorprendente, con el misterio de la China milenaria". Y por otro lado, continúa, porque "descubre a un personaje que quiso cambiar su mundo y que trajo el avance para la Humanidad, para la justicia, una persona que se dejó la vida y todas su pasión por conseguir este sueño".

Sobre el título del libro, el escritor ha explicado que en la antigua China "solo los jueces más sagaces conseguían el título del lector de cadáveres, una élite de forenses que aún a riesgo de su propia vida tenían el mandato de que ningún crimen quedara impune", y Cí Song "es el es el primero de ellos", destaca. De ahí el título, añade Garrido, porque "eran las personas que en lugar de auxiliarse de carniceros y matarifes fueron los primeros que aunaron la medicina y la justicia para hacer que la resolución de los crímenes avanzase".

Además, en 'El lector de cadáveres', Garrido ha realizado un gran esfuerzo de documentación y recreación histórica. Al respecto, ha afirmado que "ambientar una novela histórica no significa solo soltar datos como si fuera un ensayo, sino que hay que ir mucho más allá", y para ello "hay que estudiar ampliamente para que al final quede todo como un barniz que te sumerja y te traslade en el tiempo". Por eso, su proceso de documentación lo lleva a la Embajada china en España, a realizar visitas al Museo de Historia Natural de Nueva York, e incluso a presencia una autopsia real "para sentir en carnes como se sentiría el protagonista", afirma Garrido.

De este modo, este libro "es una novela para volver a disfrutar leyendo", y "puedo mirar a los ojos del lector con la confianza de que lo va a pasar muy bien", porque "contiene aventuras impresionantes", subraya, al tiempo que apunta que en 'El lector de cadáveres' "se pueden descubrir la muerte de los mil cortes, que era un castigo que se imponía a los criminales más perversos, y consistía en mantener con vida al reo durante tres días a la vez que se le iban cortando trozos de carne; los sistemas de exámenes que permitían que las personas más humildes pudieran llegar a convertirse en primer ministro; o las 30.000 concubinas que cada año acudían a la Corte con el deseo de convertirse en la favorita del emperador".

La novela, a la venta desde el pasado 5 de octubre, se traducirá, por el momento, en cinco idiomas. Además, el libro viajará la próxima semana a la Feria del Libro de Frankfurt, "donde hay unas expectativas impresionantes, porque la han solicitado incluso países a los que no se había enviado el dossier de prensa", indica. "Suponemos un mayor éxito que 'La escriba' porque accede a un público más amplio, ya que es una novela más rápida, con un ritmo trepidante, en la que en realidad lo importante es el thirller y todas las aventuras son su viaje personal", concluye.