La Policía Nacional ha detenido a un total de diez personas, en su mayoría de nacionalidad búlgara, arrestos con los que ha desarticulado una organización dedicada presuntamente a la trata de seres humanos en Lanzarote.

En concreto, los arrestados "conformaban una perfecta" organización dedicada a explotar sexualmente a chicas de nacionalidad búlgara en clubes ubicados en Puerto del Carmen, Lanzarote, según informó la Policía Nacional en un comunicado.

La investigación se viene realizando desde hace más de seis meses en busca de un entramado criminal dedicado a la trata de seres humanos que en este caso era, fundamentalmente de mujeres de nacionalidad búlgara, para el ejercicio de la prostitución en clubes de alterne situados en Lanzarote.

Los agentes comenzaron a investigar después de encontrar en anteriores casos datos que parecían indicar la existencia de una red de ciudadanos búlgaros dedicada a la trata de seres humanos en Puerto del Carmen.

Así, en las primeras gestiones se pudo comprobar que la red disponía de dos locales para el desarrollo de su actividad criminal en Puerto del Carmen. Posteriormente, se logró la plena identificación de las personas que integraban el grupo criminal investigado, así como los locales donde las mujeres víctimas de la misma eran objeto de explotación en el ejercicio de la prostitución.

Ambos clubes eran los denominados 'Club África Miller' y 'Club Eros Afrodita', situados ambos en Puerto del Carmen y regentados por una pareja de ciudadanos búlgaros que responden a las siglas T.R.K. y R.S.D., que presuntamente eran los máximos dirigentes de la organización desarticulada.

El modus operandi

En cuanto al modus operandi de la organización se centraba en la captación de las víctimas —en la mayoría de los casos pertenecientes a un estrato social bajo— en su país de origen (Bulgaria) a través de anuncios en periódicos locales en los que se realizaban ofertas de trabajo en España como 'bailarinas'.

Asimismo, la red desarticulada disponía de una academia de baile en Bulgaria, propiedad de un familiar de uno de los máximos dirigentes de la organización, en la que también se captaban a las chicas que allí acudían a aprender a bailar, bajo falsas promesas de trabajo en España.

Una vez en España, las víctimas contraían una deuda con la organización por todos los gastos del viaje, alojamiento y manutención, siendo obligadas a ejercer la prostitución para saldar la citada deuda, y hasta que dicha deuda se saldara, integrantes de la organización controlaban "completamente la vida de las víctimas de forma tal que las mismas eran alojadas en pisos de la organización, siendo vigiladas en todo momento por una persona de confianza, que anteriormente había sido víctima".

Las funciones de quien vigilaba era fundamentalmente acompañar a las víctimas en todas sus salidas, así como vigilar las llamadas realizadas a su familia para que no denunciaran su situación.

A todo ello, se unían las amenazas de causar males a ellas mismas o a su familia y de revelar la profesión que estaban ejerciendo en España, lo que creaba en las víctimas un temor que las determinaba a ejercer la prostitución.

Por otra parte, y paralelamente a la actividad de la prostitución, la organización creó una empresa para dar apariencia de legalidad a todos los movimientos realizados, empresa que otorgaba contratos de 'bailarinas' a las prostitutas y cuyos beneficios eran procedentes del ejercicio coactivo de la prostitución a las víctimas.

Así, tras el análisis de los datos e informaciones obtenidas durante la investigación, se procedió a la planificación de la fase ejecutiva de la misma, llevándose a cabo en la tarde del 13 de septiembre, practicando las detenciones de los implicados y realizando simultáneamente las entradas y registros tanto en el club como en dos de los domicilios de los máximos responsables de la organización, donde se recopiló una gran cantidad de efectos y documentos incriminatorios. "HERMETISMO"

Los agentes han destacado el "hermetismo" de la organización, lo que se ha podido comprobar durante el desarrollo de la ejecución de la fase operativa con la realización de entrevistas voluntarias a las víctimas en los propios clubes, que "mostraron un fuerte temor" hacia sus explotadores, impidiéndoles esta situación declarar en contra de ellos, pese a haber sido objeto de retenciones en pisos, agresiones físicas y psíquicas y coacciones.

Por estos hechos se han tramitando diligencias policiales al Juzgado de Instrucción Número 2 de Arrecife. Además, de los diez detenidos, una personas está imputada pero no arrestada.

Actualmente, los dos principales dirigentes de la organización están en prisión preventiva, mientras que sobre otras dos personas se han acordado medidas cautelares para que no se sustraigan en un futuro a la acción de la justicia.

Los detenidos, de nacionalidad búlgara, responden a las iniciales de R.S.D., T.R.K., Z.S.S., I.Y.S., N.Y.N., D.G.D, y O.I.; mientras que los de nacionalidad española son P.D.A.B., J.R.B.P. y J.A.L.C. En cuanto al imputado no arrestado, de nacionalidad venezolana, responde a las iniciales de R.M.Q..