Si existe alguien llamado a cambiar el paradigma de lo que hasta hoy ha sido la forma de grabar y promocionar un disco, ese alguien es Björk. La artista islandesa, la más extravagante de cuantos pueblan el panorama musical, es consciente de su condición de icono de la innovación. Y como tal, tiene preparado un plan maestro para la llegada de su séptimo disco de estudio, Biophilia. Este lunes, con la publicación del álbum, el plan comienza a desentrañarse.

Biophilia es mucho más que un disco al uso. Además de las diez canciones que lo conforman, Björk tiene preparada una extensa colección de sorpresas. Estas son algunas de ellas:

Para iPad, iPhone e iPod Touch. Hay una para cada canción. Están basadas en las constelaciones del Universo. Cada aplicación consta de un juego interactivo basado en el tema científico y el contenido de la canción, así como de una serie de animaciones musicales y reflexiones sobre el tema en cuestión.

Únicos en su especie. Björk ha encargado a varios reputados inventores y empresas desarrolladoras instrumentos inéditos, como la lira de péndulo de diez pies, el harpsichord (un órgano de tubos hecho a medida y controlado digitalmente), bobinas tesla, etc. Toda una colección de artilugios que usará en directo.

Interactiva. Creada con la tecnología más innovadora, HTML5, incluye una serie de propuestas interactivas con las que desentrañar tan misterioso proyecto.

En proceso. Detallará, a lo largo de 90 minutos, todo el proceso creativo del disco. Se encuentra en fase de rodaje.

La gira de Biophilia será la más singular de la carrera de Björk. En cada ciudad, la cantante permanecerá una semana y ofrecerá dos conciertos (siempre en museos o recintos no convencionales y nunca para más de 2.000 personas) en los que llevará a escena los conceptos del álbum a imagen y semejanza de las aplicaciones. Paralelamente, tendrán lugar en esas ciudades una serie de talleres educativos en colaboración con colegios locales. La gira durará tres años.