El Síndic de Greuges, José Cholbi, ha recomendado al Ayuntamiento de Novelda (Alicante) que sus técnicos realicen las mediciones pertinentes para controlar los niveles de emisión de ruido de una serrería de la localidad e informen de los riesgos de incendio existentes por la acumulación de madera en ese almacén, a raíz de la queja que presentó un vecino por las "graves molestias" acústicas generadas a diario por el establecimiento desde las 7.00 horas.

En su escrito de fecha 28 de septiembre, consultado por Europa Press, Cholbi comunica al consistorio que tiene un plazo máximo de un mes para informarle de si acepta esa recomendación o, en su caso, para manifestarle las razones que estime para no aceptarla.

En septiembre de 2009, el vecino afectado presentó un escrito ante el Ayuntamiento de Novelda en el que denunciaba las molestias por contaminación acústica que le ocasionaba un almacén de maderas situado en el solar contiguo a su vivienda, derivadas del empleo desde las 7.00 horas de utensilios "generadores de graves perturbaciones para el adecuado descanso de los vecinos", tales como pistolas de clavos conectadas a compresores o camionetas elevadoras.

En su queja, también planteó al Síndic que la madera era depositada junto al muro divisorio de su finca, con el consiguiente riesgo añadido de incendio, y que, pese al tiempo transcurrido y la denuncia cursada ante el consistorio, no había obtenido respuesta a su reclamación ni solución por parte al problema expuesto.

Posteriormente, el Síndic admitió a trámite ese escrito de queja y solicitó un informe al Ayuntamiento de Novelda, en el que el consistorio señaló que tanto la actividad de aserramiento de maderas como la de almacenimiento de las mismas "cuentan con las preceptivas autorizaciones y cumplen los requisitos exigidos por la legislación aplicable para desarrollar su actividad".

En cuanto a las molestias denunciadas por el vecino de la serrería, el consistorio comunicó a la institución que habían realizado visitas de inspección a la actividad y habían impuesto medidas para "paliar las molestias ocasionadas, en especial en lo concerniente a la retirada de maderas en la vía pública".

Además, argumentó que no había incoado ningún expediente sancionador por las molestias acústicas denunciadas "al no haberse constatado un incumplimiento de la normativa vigente en materia de prevención contra la contaminación acústica" y precisó que las principales molestias provenían de las carretillas elevadoras, que "se encuentran matriculadas y cumplen la normativa de tráfico".

En su turno de alegaciones, el promotor de la queja ratificó íntegramente su escrito inicial y, en especial, incidió en que el Ayuntamiento "no había procedido a efectuar medición alguna que permitiese determinar si la actividad denunciada emitía ruidos superiores a los permitidos como consecuencia de la maquinaria empleada".

En vista de todo lo anterior, el Síndic constató que las actividades denunciadas como presuntas emisoras de ruidos superiores a los permitidos por la legislación vigente poseen las preceptivas licencia de actividad y certificados de compatibilidad urbanística, pero determinó que el consistorio no había realizado ninguna actuación investigadora, en especial mediciones sonométricas, para establecer la existencia de los niveles de emisión de ruidos denunciados, por lo que efectuó la presente recomendación.